TRES SABIOS, SANTOS Y MÁRTIRES

Melchor, Gaspar y Baltasar son mucho más de lo que tradicionalmente se sabe.

Sí, según se dice, eran estudiosos de las ciencias, poseedores de bienes, gobernantes o consejeros de lejanas regiones y, seguramente, queridos por todos por su generosidad... Pero, en realidad, por lo que realmente trascendieron, según se deduce de los Evangelios, fue porque practicaron en alto grado las Virtudes más excelsas, las Teologales: la Fe, Esperanza y Caridad.

Que eran Reyes y Magos, es decir, intelectuales, es por lo que la mayoría los conoce, pero nosotros deberíamos tenerlos como los arquetipos de cristianos porque, como pocos, CREYERON, ESPERARON Y AMARON AL REDENTOR en toda su plenitud, y por si les faltara santidad, MURIERON -según piadosas tradiciones- dando su sangre en testimonio de la divinidad de Jesucristo.

Los Reyes Magos son grandísimos Santos:

¿No fue inmensa su Fe, al creer en el verdadero Dios entonces desconocido en la gentilidad y apenas intuido?...

¿No fue inquebrantable su Esperanza al continuar su búsqueda en medio de tantas adversidades?... lejanía, sustento del séquito, desierto, hambre, frío, ladrones, ocultamiento parcial de la estrella, etc.

¿No fue ardiente su Caridad la que los llevó a reconocer que, por encima de ellos, había un Rey de Reyes ante el que habían de doblar sus rodillas, y entregarle sus más preciados tesoros?... oro, incienso, mirra... pero sobre todo su corazón, su vida entera.

¿No fue sobrenatural su Caridad la que los llevó a regresar a sus tierras para predicar a sus habitantes sobre el Dios hecho Hombre, el Verbo Encarnado?...

¿No fue sublime su Caridad, su amor total a aquel Niño del que se extasiaron al verlo, al dar sus vidas en testimonio de que Cristo era el único y verdadero Salvador de los hombres?...

Ciertamente, desde la eternidad, los Reyes Magos fueron escogidos por la Divina Providencia para ser los privilegiados de la Epifanía siendo gentiles, al recibir las primicias del DON INEFABLE E INMERECIDO DE LA FE CRISTIANA, y por ello fue que Dios los inspiró a buscarle... Sin embargo, Melchor, Gaspar y Baltasar fueron dóciles a esas DIVINAS INSPIRACIONES, a las luces celestiales que Dios continuamente nos envía.

Pidamos a los Santos Reyes la gracia de la DOCILIDAD... ¡para seguir las estelas que nos conducen a Cristo!