PLATÍCALES DE SANTA TERESITA...
PLATÍCALES DE SANTA TERESITA...
Seguramente, los que somos adultos en el primer cuarto del siglo XXI, conocemos, aunque sea poco, de Santa Teresita del Niño Jesús, esa jovencita santa con cara y sentimientos de niña pero con la voluntad de la mujer fuerte que elogia el libro de los Proverbios.
Pero ¿de qué sirve conocer a esta encantadora santita de la modernidad, si no les hemos platicado sobre ella a nuestros hijos, alumnos o nietos? Aun cuando sepamos que la juventud actual es reacia a los valores religiosos, consideremos que los niños, a temprana edad, suelen ser inocentes y reciben muy bien los buenos ejemplos si sabemos inculcárselos con entusiasmo, de palabra y, sobre todo, a través de las obras y de nuestra actitud ante las crucecitas de cada día.
¿Qué les podrías platicar sobre Santa Teresita?...
Ella era una pequeña tan alegre, juguetona y poco caprichosa, como cualquier niña de su edad. Poseía una rica sensibilidad y una determinación que la animaba a conseguir lo que quería; buscaba el "todo", no se conformaba con la "parte". Al quedar huérfana de su madre, su afecto y docilidad se inclinó por su hermana mayor, Paulina, y no pocas veces, Teresita estaba deseosa del cariño familiar hacia ella, como hermana menor. Sin embargo, ese deseo se vio frustrado en una Navidad durante su adolescencia, pero el no encontrar los regalos que esperaba, la hizo darse cuenta de su inmaduro egoísmo. Pronto, su corazón se volcó hacia Jesús y María, y decidió consagrar su vida entera a amar a Jesús en la oración y en la penitencia del claustro.
En poco tiempo, su elevación espiritual fue creciendo gracias a su "Caminito de la Infancia Espiritual", como un elevador que rápida y directamente lleva al Cielo. Éste es el mayor legado espiritual de Santa Teresita para todos nosotros que, por nuestra pequeñez espiritual, nos sentimos indignos para la santidad. Esencialmente,
EL CAMINITO DE LA VIDA ESPIRITUAL DE STA. TERESITA DEL NIÑO JESÚS consiste en:
- Evitar lo que desagrada a Jesús: el pecado mortal y venial (En la Confesión, decir con arrepentimiento nuestros pecados y en la Comunión, unirnos familiarmente a Dios, como un hijo que confía en un Padre comprensivo).
- Hacer con alegría y amor las pequeñeces (deberes, oraciones, obras de caridad, etc.), haciéndonos como niños.
- Ofrecer a Dios nuestras diarias mortificaciones (disgustos, tristezas, sacrificios, adversidades, malestares, enfermedades, impaciencias, etc.).
- Confiar totalmente en la Misericordia divina, convencidos de que Dios que nos perdona, nos protege y nos ama siempre, a pesar de que a veces nos prueba).
Santa Teresita nos enseñó, no sólo cómo vivir virtuosamente en muy pocos años, sino también, cómo morir santamente. Los últimos años de su vida los vivió en medio de una oscuridad en el alma que probaba su fe y entre grandes dolores físicos por la tuberculosis que padecía, pero en lo que sí fue inquebrantable fue en su eterna confianza en Dios, hasta el abandono de sí misma, para morir en los brazos de Jesús, su Amado.
Platícales a los que te rodean, o por lo menos a ti mismo, que el "Caminito Espiritual" de Santa Teresita está a nuestro alcance y que lo podemos empezar a practicar hoy mismo para alcanzar el Cielo que deseamos.