LAS PERLAS QUE NOS SALVAN
LAS PERLAS QUE NOS SALVAN
No hay duda … ¡el que reza el Santo Rosario, es salvo!
Este piadoso hábito es, sin duda, una fuente de Gracia, que todos deberíamos adquirir, ya que, convierte y transforma a todo aquél que se arriesga a portar esta "arma" en defensa de la fe.
Los infieles le tienen pavor y están en pie de guerra contra aquéllos que recen el Santo Rosario.
Para nosotros, decirle al Rosario "arma", es sólo una metáfora de fe; pero los musulmanes sí lo creen y están convencidos que tiene el poder de vencerles, o traen un recuerdo atávico de la Batalla de Lepanto. Quizá sea la razón de que en Europa persiguen al que reza el Rosario. Las leyes europeas son ahora las leyes islámicas, porque Europa ha permitido la invasión de los moros, que hora ya funda califatos.
¡Europa tiene que despertar! … y darse cuenta del error, de haber abierto las puertas de un continente, fundamento del cristianismo a la voracidad islámica.
Es menester pedir rodando las perlas del Rosario, para que abran los ojos al peligro y den la lucha física y espiritual, y así sacudirse de la barbarie mahometana.
De otra forma, Europa se perderá para Cristo … pero el ruego de la Virgen, lo impedirá.
