LA TENTACIÓN DE FAUSTO

LA TENTACIÓN DE FAUSTO

Para encontrar la felicidad en este mundo, el hombre debe aprender a dominar sus instintos inferiores y a vivir constructivamente dentro del marco ético y moral que impo ne Dios a sus creaturas.

En la actualidad, el arquetipo humano de deseos incontrolados, es insaciable de conocimientos, amor, poder y dinero, y para satisfacer estas ambiciones, son capaces de vender su alma al diablo.

Esto es precisamente lo que le pasó a Fausto, un doctor renacentista con tintes de alquimista. Cuando llega a viejo, sus deseos y conocimientos había dejado insatisfecho al pobre Fausto. En su ambicioso intelecto, surgió la idea de satisfacer sus deseos y vender su alma al diablo. Éste, ni corto ni perezoso, se presenta al sabio asegurándole que obtendrá de Mefistófeles (nombre del diablo en la obra de Goethe) lo que ambiciona y desea a cambio de su alma. El sabio de Fausto, lo sopesa y acepta perder su alma con tal de satisfacer sus deseos y el ansia de más conocimientos. Mefistófeles le extiende un pergamino del pacto y Fausto lo firma con su sangre.

Mefistófeles le devuelve su juventud y le concede todo lo que pedía, al grado de traer del pasado a la mismísima Helena de Troya, para satisfacer el ansia de amor a la mujer más bella de la Historia.

Amor, poder y dinero es el común denominador de las ambiciones y a Fausto le cumplieron sus caprichos. De cómo acaba esta historia, lean por favor el Fausto, de Goethe.

A lo que me refiero, es que en el presente, hay miles de "Faustos" que han vendido su alma al diablo por las mismas razones. Para el ambicioso, lo que le falta es dinero, y el diablo le concede el adquirirlo al presentarse como un moderno "empresario", agricultor con mucho emprendimiento, que le ofrece el éxito a cambio de su alma. Ya no se usa firmar un pacto en pergamino; basta que lo acepte en su corazón para comprometer su alma. Violencia, secuestro, robo, extorsión y asesinato es el medio para obtener lo que anhelaba, y más temprano que tarde, le cobran con todo e intereses. Mefistófeles no olvida, y es el recolector de almas más rápido del Oeste.

En el mundo intelectual, es lo mismo. El conocimiento ya no se adquiere con el esfuerzo de la mente y la destreza de las manos; basta una aplicación de Inteligencia Artificial (IA), y los listos lo convierten en un logro sin precedentes.

El amor desventurado es la oferta que se adquiere con dinero. Mas, olvídense de la redención de Fausto. Por cierto, al final de esta aventura escatológica, es redimido por el verdadero amor, igual que le sucedió a don Juan Tenorio.

Así que, al final de tu aventura en el mundo del conocimiento y la experiencia de un amor desventurado, está el poder del diablo. Si andas por estos caminos del poder y la gloria fácil, procura un verdadero amor para que redima el alma y te salve del igneo abismo del infierno.