LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN

LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN

En el mundo de los vivos, es de suma importancia la educación. Todo ser humano que nace, merece una buena educación… Para esto otorgó Dios el título de "Padres", para que colabores con sus hijos. Lo que da identidad a estas personas humanas, es el alma que infundió el Creador, y ustedes, Padres de Familia, tienen el deber de formar a sus hijos para que se desarrollen en cuerpo y alma… Esto es la educación.

Dice una sentencia muy común: "La educación no se aprende… ¡se mama!". Es decir, que corresponde a los padres educar a cada uno de sus hijos. ¿Y cómo educarlos?... Bueno, hay que educar con valores, y los únicos Valores de los que hablamos son los Valores cristianos. Estos Valores, que estrictamente debieran llamarse "Virtudes", son los que Dios quiere que inculques: conocimiento de Dios, cómo adorarlo y amarlo, siendo tan Bueno; cómo escucharlo y cómo hablarle, siendo tan Misericordioso. En fin, eseñarle a los hijos sobre lo que el divino Maestro enseñó y por qué.

En casa es donde se enseñan los Valores Cristianos y ahí deben cultivarse, al igual que en la escuela, que también debe coadyuvar en esa formación.

Todo mundo habla de valores y principios; para un educador cristiano, se trata únicamente de los Valores Cristianos, mismos que hay que sembrar y consolidar desde la más temprana edad infantil. Luego viene el dar a conocer e inculcar los valores culturales, que son la herencia y el legado de nuestros antepasados y mayores.

En la Educación Media, se vuelcan los conocimientos de la primaria, para entender los valores universales de la cultura. Aquí, en esta etapa, es donde se adquieren habilidades y se despiertan los talentos. Todos los frutos culturales que se aprenden en esta etapa… marcarán la vida.

Y con este legajo, resultado de 18 a 20 años de aprendizaje, te incorporarás al trabajo, demostrando con tu ejercicio profesional, tus valores y principios, que ya son como un plan de vida, conducido por los Valores y Virtudes que tus Padres, Maestros y buenos Guías, te inculcaron en el proceso educativo.

Estas Virtudes cristianas, ya cultivadas, te conducirán al Cielo para compartir y eternizar lo que aprendiste en el hogar, kinder, primaria, secundaria, preparatoria y estudios superiores. Éstos deben estar impregnados de sabiduría, de amor de Caridad y el sello de tu rescate: ¡la Sangre de Cristo!.