LA CERCANÍA

LA CERCANÍA

Con este comentario, quiero en una forma muy personal, ser el eco de las mayorías que aman.

Me refiero a los misterios del amor: ¿por qué amamos, lo que amamos? ... Simple y compleja es la respuesta ... Amamos porque somos imagen y semejanza del Supremo Amor ... hasta aquí ¡sencillo!, pero el problema del amor es que a veces se ama lo que no es amor ... ¿entonces, hay o no libertad?... La libertad no debe de confundirse con el libertinaje que ama y obedece a los instintos; muy diferente al verdadero amor que ama al mismo amor ...

Todo amor verdadero se reconoce en no pedir nada a cambio de amar. Se ama libremente, sin condiciones, sin intereses, sólo por el supremo placer de amar. Y en este contexto se puede amar hasta lo imposible porque este amor queda sujeto al corazón del que ama.

Un ejemplo muy hermoso de la historia es aquel amor de Dante por Beatriz ella ni siquiera se dio cuenta del amor de su poeta. Dante lo gozo en el intelecto, dedicándole una de las más emotivas obras de la poesía universal: La Vita Nuova, escrita entre 1292 y1293, poco después de la muerte de su amada Beatriz.

El amor del poeta por su amada le hizo experimentar una renovación vital, consecuencia de este amor.

Como ven en este ejemplo clásico, el amor sin condición, desinteresado, fue el punto de partida del más reconocido poeta y el motor de su obra.

El amor, para que sea amor, debe estar libre de la vulgaridad, de las malas palabras, el egoísmo, la envidia, los celos y la desesperanza. En cambio, debe ser honesto, silencioso, amable, educado, tierno y servicial.

Bajo estas condiciones, el verdadero amor no sucumbe ante la tumultuosa ola de las pasiones y la incomprensión; todo es transparente y luminoso ... es como se debe amar ... en el Cielo.

Al verdadero amor le basta la cercanía, la mirada a distancia, en secretó ¡como se ama a Dios!

SAPIENTIA LDI
EDITORIAL