Sacan a grupo de católicos de catedral en Francia por rezar el rosario en voz alta
Un hecho insólito ha generado indignación en Francia: un grupo de católicos fue expulsado de la catedral de Valence por rezar el Rosario en voz alta. El suceso, relatado por el portal Messainlatino, comenzó el 22 de agosto cuando varios fieles de la parroquia de Notre-Dame acudieron a la capilla del Santísimo Sacramento para orar.
El personal de seguridad de la catedral interrumpió la oración, exigiendo silencio y llegando incluso a un enfrentamiento verbal con uno de los presentes. La situación se repitió el 27 de agosto, cuando el custodio les impidió rezar alegando que no contaban con el permiso del rector.
Un cartel con "acceso prohibido" a los fieles de Notre-Dame
El episodio alcanzó su punto más polémico el 28 de agosto, cuando los fieles hallaron en el tablón de anuncios un cartel escrito a mano que rezaba: "Vietato l'accesso ai fedeli di Notre-Dame" ("Prohibido el acceso a los fieles de Notre-Dame").
El custodio, apoyándose en dicho cartel, bloqueó nuevamente la entrada de los católicos, asegurando que era la voluntad del rector de la catedral, padre Guillaume Teissier. El hecho fue interpretado como una contradicción flagrante frente al lema papal de la "Iglesia abierta para todos".
La respuesta oficial de la diócesis
La polémica obligó a la diócesis de Valence a emitir un comunicado. En el texto reconocieron la existencia del cartel, que fue retirado rápidamente, y lamentaron lo ocurrido. Al mismo tiempo, responsabilizaron al custodio por haber actuado por iniciativa propia, aunque subrayaron que no se toleran "oraciones públicas, colectivas y en voz alta sin autorización del rector, ni agresiones".
La comunidad de fieles de Notre-Dame rechazó tajantemente esta versión, asegurando que no hubo ningún acto de violencia física ni verbal contra el personal.
Un nuevo episodio en la "guerra litúrgica"
El trasfondo de este conflicto se encuentra en la llamada "guerra litúrgica" abierta tras la promulgación del motu proprio Traditionis custodes, que restringió severamente la celebración de la Misa tradicional en latín.
En Valence, la tensión aumentó tras la decisión episcopal de retirar a los sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro de la parroquia de Saint-Émilien, relegando la celebración de la Misa tridentina únicamente a la iglesia de Notre-Dame.
Este nuevo episodio refleja cómo la aplicación estricta de las restricciones litúrgicas ha provocado divisiones entre fieles y autoridades diocesanas. Queda por ver si la Santa Sede logrará recomponer la unidad allí donde las medidas han generado mayor fractura.