¿PREFERENCIA... ELECCIÓN?

06.05.2025

La sexualidad humana no es un instinto ni algo que se deba cumplir por capricho. La sexualidad humana es una facultad que nos ha sido otorgado desde la creación por Dios: "hombre y mujer los creó" …

Aún calificada como instinto natural entre los animales no racionales (la sexualidad), se nota que, si la hembra no está en celo, no acepta al macho, y listo…

Pero en el humano, siendo una facultad que viene con nosotros desde que somos concebidos por medio de la sexualidad de nuestros padres, el fruto es un ser humano sexuado, que, en su desarrollo normal y natural, lo hará comportarse, desarrollarse, hablar, moverse, entregar amor, comunicarse, etc., como hombre o como mujer.

Esta facultad está sujeta a la voluntad de la persona. Los impulsos se controlan por medio de la voluntad que se forma a base de disciplina y educación para la sexualidad, convirtiendo a esta última, en uno de los regalos más hermosos que Dios nos otorga, porque es por medio de ella, que la especie humana es procreada y cumple así con la encomienda de "creced, multiplicaos y henchid la tierra" … (Génesis 1:28 y 9:1).

Por lo tanto, se hace necesaria la existencia de diferencias anatómicas, genéticas, embriológicas, endocrinológicas, psicológicas, emocionales, etc., en los seres humanos, para que, de manera complementaria y natural, se pueda realizar la procreación por medio de la sexualidad.

Ya he comentado en otras publicaciones que el ser humano tiene, en cada célula procreadora o gameto (espermatozoide en el hombre y ovulo en la mujer), 23 cromosomas, de los cuales, 22 son llamados autosomas. Estos últimos tienen la indicación en sus genes, de desarrollar un cuerpo de humano, y el restante, o sea 1, se le llama cromosoma sexual, que será el indicado para desarrollar los genitales internos y externos del nuevo ser humano en desarrollo. El ser humano resultante de la unión de un espermatozoide con un óvulo, desde un principio, si es varón, tendrá 46 cromosomas en cada célula de su cuerpo, divididos en 44 autosomas y dos cromosomas sexuales. Si es hombre, será 44 XY (46), y si es mujer, será 44 XX (46).

Esto sucede de manera natural en el más alto porcentaje de los seres humanos procreados. Sin embargo, puede suceder que, en un porcentaje muy bajo de concebidos, la naturaleza sufra alteraciones y pueden presentarse síndromes sexuales alterados como, 44 XXY, 44 XXX, 44 X0 y otros. Algunos síndromes ocurren por alteración en el número de autosomas y otros por alteraciones en el número de los cromosomas sexuales. Como podrán ver, también algunos síndromes son compatibles con la vida, y otros no, de manera natural.

Como ven, en el terreno sexual del humano concebido, el desarrollo es genética, embriología, anatomía, fisiología, endocrinologías puras, en ningún momento es preferencia o elección… Sin embargo, siendo resultado de la procreación humana natural, sea hombre o mujer, con número de cromosomas normales o no, ambos casos son seres humanos que tienen la misma dignidad y merecen el mismo respeto y aceptación.

Y es precisamente esa dignidad la que nos debe guiar a tratar los asuntos en duda con mucho respeto y "con la verdad", que está en los libros de genética, embriología, anatomía, fisiología, etc., y apoyar, con esa verdad, respeto y dignidad, la búsqueda de una solución ética a los casos especiales.

Manejar de manera inadecuada los casos especiales, y por falta de información, ocultar la verdad, y/o lo que es peor, solapar argumentos que no tienen nada de apoyo científico, es un grave error que traerá consecuencias muy duras en el futuro para la humanidad.