ONU propone impulsar aborto y anticonceptivos entre niños de 10 años

17.06.2025

Según el UNFPA, niñas desde los 10 años deberían decidir libremente sobre sexualidad y reproducción. Su propuesta incluye aborto, anticoncepción para menores. La visión católica denuncia esta ideología como una forma de violencia.

(LifeSiteNews/InfoCatólica) El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), fundado bajo el temor del crecimiento poblacional, ha mantenido históricamente una orientación hacia la reducción de la población humana. Sus informes anuales han promovido el aborto, la esterilización y la anticoncepción como herramientas frente a la supuesta «superpoblación».

Sin embargo, en un contexto mundial en el que la población comienza a estabilizarse y muchos países enfrentan una caída alarmante de la natalidad, el UNFPA intenta ahora redefinir su enfoque. Tras haber perdido el financiamiento de Estados Unidos, el organismo busca justificar su labor ante sus donantes con su informe más reciente, Estado de la Población Mundial 2025.

El documento sostiene que «la verdadera crisis de fertilidad» no es el descenso de los nacimientos, sino una «falta de autonomía reproductiva». Según esta visión, las niñas desde los 10 años deberían tener acceso libre y sin restricciones a educación sexual, anticoncepción, esterilización, aborto e incluso tratamientos de fertilidad, si así lo desean, con el argumento de garantizar «decisiones informadas y voluntarias sobre reproducción».

Esta propuesta plantea serias objeciones éticas y morales, al promover la actividad sexual infantil bajo la premisa de una madurez que evidentemente no existe a edades tan tempranas. En lugar de proteger a las menores, se fomenta su exposición a dinámicas propias de adultos.

Para alcanzar esta supuesta «autonomía corporal», el UNFPA plantea:

  • Educación sexual universal para garantizar la «toma de decisiones informadas».
  • Acceso universal a todo tipo de anticonceptivos, incluyendo la píldora del día después. La agencia afirma que esto es necesario para evitar los embarazos «no deseados», los cuales define de forma tan amplia que incluso los embarazos no planificados son contabilizados como tales.
  • Acceso universal al aborto, presentado como un componente esencial de la autonomía reproductiva. En este punto, el UNFPA reitera la afirmación —desmentida por numerosos estudios— de que las leyes provida aumentan la mortalidad materna.
  • Fertilización in vitro gratuita, con énfasis en países como India, donde millones de parejas enfrentan infertilidad y la oferta pública es limitada.

El enfoque ideológico del informe va más allá, al promover:

  • Anticoncepción, esterilización, aborto y fecundación asistida para «grupos marginados, como personas solteras y LGBTQIA+».
  • La eliminación de «normas patriarcales que limitan las decisiones reproductivas», lo que implica un rechazo abierto al modelo de familia tradicional.
  • Políticas de vivienda y empleo garantizado, en línea con propuestas de corte socialista.
  • Acciones gubernamentales para mitigar el «cambio climático», que el informe vincula con la decisión de muchos jóvenes de no tener hijos.

De forma reveladora, el UNFPA se opone ahora a las políticas gubernamentales que buscan aumentar la natalidad. Tras décadas de promover activamente políticas antinatalistas —incluida la política coercitiva del hijo único en China—, el organismo rechaza medidas como los bonos por nacimiento o las metas de fertilidad, calificándolas de «coercitivas» o contrarias a los derechos reproductivos.

Así, cuando los gobiernos intervenían para reducir los nacimientos, el UNFPA los aplaudía y les facilitaba recursos. Ahora que algunos países intentan revertir la crisis demográfica, el organismo se presenta como defensor de los derechos humanos, atacando cualquier intento de promover la natalidad.

Frente a la escasez de mano de obra derivada del colapso demográfico, el UNFPA propone como solución la inmigración masiva, sin considerar los desafíos sociales que ello conlleva.

En resumen, a pesar de su nuevo discurso centrado en la «autonomía reproductiva», el UNFPA sigue siendo lo que siempre ha sido: una organización radical, contraria a la familia y a la vida, que impulsa no solo el aborto y la anticoncepción, sino también una agenda ideológica de corte globalista y secularista.

Pese a su retórica sobre los derechos reproductivos, el UNFPA niega la dignidad del no nacido y considera que el planeta estaría mejor con menos seres humanos.

Fuente: https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=52655