LA “VIRGEN BOMBARDERA”

07.10.2025

En octubre, como cada año, se celebra a Nuestra Señora del Santo Rosario. Por este motivo, el Papa San Pío V instituyó la fiesta de "Nuestra Señora de las Victorias," un 7 de octubre de 1572. Un año después a esta celebración, se le nombró de "Nuestra Señora del Santo Rosario", ya que se le atribuye a esta oración, la gracia de ganar la Batalla de Lepanto, en la cual salió derrotada la flota turca y las armas de la Cristiandad obtuvieron la victoria.

La Iglesia, a través de los Papas, ha recomendado frecuentemente esta práctica, enriqueciéndola con indulgencias especiales. La indulgencia plenaria (total) se otorga a quienes rezan el Santo Rosario en familia o comunidad, con la condición de confesarse, comulgar y rezar por las intenciones Santo Padre.

El rezo del Santo Rosario se considera un acto de gran devoción y una poderosa herramienta espiritual para los fieles y en este mes, su rezo se intensifica.

Así es, hermanos católicos de todo el mundo: ahora, más que nunca, se requiere unir las manos para rezar el Santo Rosario, y desgranar cada una de sus cuentas, para orar y contemplar los Misterios que nos propone, ofreciéndolo con la intención de liberar a Europa y al mundo de las negras intenciones de los musulmanes, que, en este tiempo, están fundando sus "califatos" en las capitales europeas. Después de haberlos vencido en Lepanto, ahora les abrimos las puertas, y con la complicidad de la Unión Europea, están fincándose por millones en el otrora mundo católico.

¡Recemos el Santo Rosario y colaboremos en libertar a Europa de tal abominación!

A propósito del título: en aquél entonces, a la Virgen del Rosario se le llamó también "la Virgen Bombardera", ya que usaba las cuentas del Rosario como bombas contra el ejército turco. En España, hay pinturas con esta temática, donde la Virgen y sus Ángeles, arrojan cuentas del Rosario contra el enemigo de la Cristiandad, el Imperio Otomano.

Ojalá que nosotros hoy, usemos cada cuenta del Rosario, como "bomba" en contra de los enemigos del alma: mundo, demonio y carne.