EL ONCEAVO MANDAMIENTO

06.08.2025

Con este título me refiero a un deporte nacional, que es muy común en oficinas y lugares de trabajo. Es sin duda el oficio del desocupado o de todo aquél que requiere atención por alguna depresión crónica o falta de confianza consigo mismo.

Estoy hablando del mandamiento de "No estorbar". Quien lo infringe, interrumpe la dinámica del trabajo o distrae del hilo de las ideas que se tratan en el momento en que se interrumpe.

Pero, bueno, es parte del ser mexicano: meter "las narices" en todo y solucionar su necesidad de afecto cotidiano. Es también todo aquél que "para oreja" en una reunión donde no es invitado. Es información para el conspiranoico que ve indios con machete en todos los grupos en el que no participa. Es el que interrumpe a los enamorados sentados en la misma banca, estando muchas vacías. Es el que opina sin que se le pregunte sobre asuntos ajenos que no le interesan… Es, en fin, el molesto tábano que ronda en el ambiente.

Esto, señores, es falta de educación, falta de sensibilidad, todo por satisfacer una curiosidad malsana, que siempre incomoda al que lo sufre. Si este pecado fuera mortal, muchos millares de inoportunos estorbantes estarían a fuego lento en el infierno. Pero no… no es pecado mortal, a no ser que sea espía y que utilice lo que oiga en contra de la Patria