EL CAPIBARA
¿Han visto u oído del carácter amable y tranquilo de un adorable roedor llamado "Capibara"?
Es el único animal que se lleva bien con todos los animales de su entorno, no importa si es un feroz cocodrilo o el ave más delicada. Los Zoólogos opinan que es por su carácter amable. A este roedor nadie lo ataca, a nadie molesta y es único en el reino animal… según se agencia de relaciones públicas, que ignora que también los Capibara tienen sus depredadores. Pero, dejémoslo así, rescatando sobre todo sus bondades, y +para fines didácticos, dejémonos ir por la visión de las redes sociales sobre estos simpáticos animalitos
¿A qué viene todo esto?... Bueno, es una metáfora que aplica al hombre, y la enseñanza es la siguiente:
En las Sagradas Escrituras, en el versículo 5:9 del Evangelio de San Mateo, dice: "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios".
Si en el reino animal, los irracionales reconocen a los pacificadores, ¡cuánto y más en el mundo se les reconocerá! Bueno… eso pensamos, pero a veces, el ejemplo animal es más constante que en el mundo del hombre.
Al cristiano se le recomienda ser pacífico, para evitar el conflicto de la convivencia. Competencia, envidia, orgullo, altivez y tantos defectos que cargamos… pero no siempre es así y por "naderías" surge el conflicto. El más común es si alguien te rebasa y se te cierra al conducir un auto; o el "¿qué me ves?, ¿acaso tengo monos en la cara?", y así, a veces, una simple mirada o un malentendido es pretexto para la violencia.
Pero, si eres pacífico, difícilmente te sacarán de tus casillas. Para esto, señores, "hay que ser muy macho" para aguantar, consentir la envidia y el odio acumulado en el diario vivir… Te dirán: "éste tiene sangre de atole". Pero nuestro enojo debemos inducirlo a mejores causas.Si hay que pelear o arriesgar la vida, que valga la pena el motivo. Ante las afrentas sociales, la mayoría queda muda, sólo porque la ejerce el poder.
La mejor recomendación es ser como el Capibara, que no tiene enemigos, sólo irradia tranquilidad y paciencia. Y si un animalito actúa con "sabiduría", el hombre no tiene que ser menos.
¡Hay que responder sólo ante una ofensa dirigida en contra de Dios, la familia o la Patria!