Ciudad de Canadá lidera muertes mundiales por eutanasia

20.11.2025

La región más católica del Canadá es también la zona con una tasa de mortalidad por suicidio asistido más alta del mundo. Las personas con discapacidad tienen miedo de ir al médico.

(InfoCatólica) Recientemente, la Comisión sobre la atención al Final de la Vida, un organismo público canadiense, publicó su informe sobre el periodo 2024-2025. El documento revela un triste dato de la región de Quebec: está a la cabeza del mundo en mortalidad por eutanasia.

Los médicos "ayudaron a morir" directamente a 6.268 personas solo en esta región, es decir, casi una de cada doce muertes registradas en ella (en torno al 8 %). La Comisión señaló que la llamada "ayuda médica para morir" ha ido en aumento en Quebec desde que se legalizó la eutanasia en 2015.

Como ha sucedido en otros países, las supuestas salvaguardias legales frecuentemente no funcionan. En el periodo al que se refiere el informe se encontraron en Quebec al menos 19 casos de incumplimiento, en los que la muerte del paciente no cumplía los criterios legales. Además, el 4 % de las personas recibieron asistencia para morir el mismo día o al día siguiente de firmar el formulario oficial, lo que revela una precipitación asombrosa en una cuestión tan importante.

Entre los que solicitaron la "Ayuda Médica para Morir", más de la mitad alegaban como motivo que sentían que eran una carga para la familia o cuidadores, mientras que el 24 % decían que querían morir porque se sentían solos o aislados. Es difícil no concluir que, más bien, lo que se requeriría sería ayudar a las personas con esos sentimientos, en vez de facilitar su suicidio.

Ante esta situación, la ONG Living with dignity (Vivir con dignidad), con sede en Quebec, que trabaja para promover la protección de la vida también en la vejez o discapacidad, acusó al Gobierno de promover la muerte asistida en lugar de los cuidados paliativos y pidió "acciones urgentes y decisivas" para mejorar y promover el acceso a dichos cuidados paliativos, que son una opción cada vez menos ofrecida en los hospitales y centros médicos, mientras que la ayuda médica para morir sigue en aumento.

Muchos advierten que los médicos sugieren de forma rutinaria la posibilidad del suicidio asistido a los pacientes, lo que ha despertado sospechas de que las autoridades podrían considerar la eutanasia como una forma de ahorrar dinero al sistema público de sanidad.

Esta situación afecta no solo a pacientes terminales o de avanzada edad, sino también a personas con discapacidad. En su testimonio ante una comisión parlamentaria, Krista Carr, directora ejecutiva de Inclusion Canada, denunció que a las personas con discapacidad se les sugiere "la ayuda médica para morir cuando no se están muriendo" y en muchas ocasiones, "las personas con discapacidad tienen mucho miedo de presentarse en el sistema sanitario con dolencias habituales porque a menudo se les sugiere la ayuda médica para morir como solución a lo que se considera un 'sufrimiento intolerable'".

En cierto modo, se ha ampliado a la eutanasia lo que ya sucedía con el aborto de las personas con discapacidad (por ejemplo, en Canadá 9 de cada 10 niños diagnosticados con síndrome de Down antes de nacer son abortados). Si bien teóricamente se habla de respeto hacia los que tienen alguna discapacidad, en la práctica se les niega la dignidad humana más básica e incluso el derecho a vivir.

Quebec es la región con más católicos de todo Canadá. 

Fuente: https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=53874