¿INSPIRACIÓN AUSENTE?
Con esto quiero decir, que hasta la inspiración toma vacaciones. El fin de año, los poetas están sin trabajo; la inspiración desaparece para volver hasta año nuevo … ¿cómo es esto? …
Siii …en el tráfago y los compromisos de esta temporada, igual que a cualquier mortal, la musa desaparece … ¿Y a dónde va? … qué se yo, lo que es una realidad, es que la inspiración emigra.
Unos dicen que viaja al empíreo, a recargar las pilas; otros dicen, que como cualquier criatura (aunque sea etérea) tiene compromisos que cumplir en el Olimpo de los dioses, dejando a los terrenales con angustias y desprovistos de imaginación, ingenio, ritmo e inspiración.
¿Qué es uno sin su musa? … ¡nada de nada! … Es un poeta sin ideas, sin motivación, queda en un limbo creativo con una ausencia fatal de motivos. Sólo quedan los suspiros, éstos vuelan hasta los pies de la musa ¡se encuentre donde se encuentre!…
¿Saben lo que es estar ausente de su mirada, del consejo de sus labios, del toque fino de sus manos?
La muerte es poco, si nos atenemos a las comparaciones; pero es una muerte en vida: la sangre se relentiza, la mirada se opaca y el corazón se seca. Falta el rocío de su risa, el perfume de su aliento y la sabiduría de su intelecto.
El poeta así de indigente apenas puede llamarse como tal, es un poema sin palabras, sin métrica y sin inspiración.
El que haya sentido la orfandad, por la ausencia de la persona amada; comprenderá que la ausencia mata, el ingenio de las palabras.
Sin embargo, queda una esperanza y, en el amanecer del año nuevo y el regreso de la musa, el cuerpo y la mente se revitaliza y se prepara para el añorado encuentro … fue casi un mes desde su ausencia, pero la proximidad de su regreso, inunda el alma de pasión desconocida y la pluma vuelve a girar entre los dedos, para recibir el beso de la musa que regresa.
Todos los años, es un ciclo que se repite, una angustia que no desaparece, pero también, una alegría cuando vuelve desfilando ante ti, con el garbo y el donaire que tienen las mujeres al elevarlas al cielo y recobrarlas llenas de estrellas y fulgores de galaxias.
¡Por fin, regresó la musa de un viaje por el Olimpo! … a recobrar la frescura del lenguaje, el ritmo y la belleza de la palabra escrita.