JOAQUÍN RODRIGO


"FANTASÍAS PARA UN GENTIL HOMBRE"  HERMOSA PIEZA DE JOAQUÍN RODRIGO

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Joaquín Rodrigo nació en Sagunto (Valencia) el 22 de noviembre (día de la patrona de los músicos, Santa Cecilia) de 1901. A los tres años de edad se quedó prácticamente ciego a causa de la infección de difteria. Según él, la pérdida parcial de la vista lo puso en el camino de la música.

Inició sus estudios musicales con 9 años, estudiando solfeo, violín y piano. Con 16 años estudió armonía y composición con profesores del Conservatorio de Valencia. Sus primeras composiciones (Suite para piano, Dos esbozos, suite para piano y violín y Siciliana, para violonchelo) datan de 1923. Su primera obra para orquesta es Juglares, que data de 1924y fue premiada en Valencia y Madrid. También obtiene un diploma en un concurso nacional por la obra Cinco piezas infantiles, que más tarde sería premiada también en París. Desde el principio de su carrera, Rodrigo escribía sus trabajos en braille, siendo posteriormente editados sus escritos por un escribiente.

En 1927, siguiendo el ejemplo de sus antecesores Isaac Albéniz, Manuel de Falla, Enrique Granados y Joaquín Turina, Rodrigo se traslada a París para inscribirse en la École Normale de Musique, donde estudió durante cinco años, con Paul Dukas. Allí entabla amistad con Maurice Ravel, Darius Milhaud, Arthur Honegger, Ígor Stravinski y Manuel de Falla. En París conoce también a su futura mujer, la pianista turca Victoria Kamhi, con la que se casó el 19 de enero de 1933. Victoria Kamhi era profesora diplomada en el Conservatorio de París y alumna de Jorge Lalewicz en Viena, y de Lazare Lévy y Ricardo Viñes en París. Rodrigo escribió Sonata de adiós, para piano, en memoria de su maestro Dukas tras su muerte en 1935. Continuó sus estudios de música en Francia en el Conservatorio de París de la Sorbona, trabajando también en Alemania, Austria y Suiza, antes de volver a España en 1939 e instalarse definitivamente en Madrid.

En 1940 tiene lugar en Barcelona el estreno mundial del Concierto de Aranjuez para guitarra y orquesta, un ejemplo definitivo de su personalidad musical y una obra que le traería fama universal. Desde ese momento, Joaquín Rodrigo emprendió numerosas actividades artísticas, creativas y académicas. En 1943 es galardonado con el Premio Nacional de Composición por su Concierto heroico para piano y orquesta,2​ obra extenuante para el solista por su dificultad de la parte y el denso entramado orquestal. En 1996, sería revisado por Joaquín Achúcarro, aligerando la carga solista.


Cultivó especialmente la canción, entre las que se cuentan Cántico de la esposa o los Cuatro madrigales amatorios.

Hay que destacar además la aportación definitiva de Joaquín Rodrigo al repertorio para guitarra, logrando su dignificación y su consagración internacional como instrumento de concierto, con una mención especial para su obra Fantasía para un gentilhombre, compuesta en 1954 sobre temas del compositor barroco Gaspar Sanz.

En 1983 fue galardonado con el Premio Nacional de Música de España y fue ennoblecido en 1991 por el rey don Juan Carlos I con el título de Marqués de los Jardines de Aranjuez. Cinco años después, le fue concedido otro gran honor, el Premio Príncipe de Asturias, otorgado "por su extraordinaria contribución a la música española a la que ha aportado nuevos impulsos para una proyección universal". Ese mismo año 1996 recibe la Medalla de Oro de Sagunto, la Gran Cruz de la Orden Civil de la Solidaridad Social, y la Estrella de Oro de la Comunidad de Madrid. En 1998 el gobierno francés le honra con el título de Commandeur des Arts et des Lettres, y poco después, recibe el Premio al Mejor Autor de Música Clásica de la Sociedad General de Autores y Editores. También en 1998 le fue concedida la Medalla de Honor de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, y al año siguiente, la Medalla de Oro del Festival de Granada. El Palau de la Música de Valencia nombró la sala de cámara o "sala B" en su nombre.3​ El conservatorio superior de Valencia se llama también "Joaquin Rodrigo"

Joaquín Rodrigo falleció en Madrid el 6 de julio de 1999, dos años después del fallecimiento de su mujer. Victoria Kamhi había sido su compañera inseparable y la colaboradora más importante en todos los aspectos de su trabajo como compositor. Ambos descansan en el panteón familiar del cementerio de Aranjuez junto a una guitarra cubista Homenaje a Joaquín Rodrigo del escultor Pablo Serrano.