¡HAY QUE PONER ORDEN!

¡HAY QUE PONER ORDEN!

Vivimos por la providencia y misericordia de Dios: respiramos, trabajamos y nos divertimos, sin tomar en cuenta la opinión de Dios; de ese Dios que algunos dicen que no existe y que es una mentira su existencia y su bondad. Pero creemos en sus enemigos: la ambición, el amor propio, el pecado y la vida confortable sin responsabilidades, esto nos ha distraído de lo verdaderamente importante: ¡la salvación del alma … el único negocio que sí importa!

Todo cristiano, conoce al menos, los medios de salvación del cuerpo y del alma … ¡Hay que reforzar nuestra fe! … Dios está con nosotros, sin nuestra voluntad. Él no interviene, no quiere vulnerar nuestra libertad, por eso, hay que entregársela amorosamente, a través de la oración y los Sacramentos … ¡Seamos verdaderos cristianos! … Obedezcamos sus Mandamientos, conozcamos su doctrina y esperemos el futuro con la paz de los bienaventurados.

Hay que combatir toda idea que nos distraiga de la reverencia a Dios y amarlo sin medida, priorizando su honor y dignidad … Hay que confesarlo y tener el orgullo santo de ser hijos suyos. De esta forma, Él intervendrá en tu vida y en tu entorno porque le has dado permiso de hacerlo.

El tener esta certeza, de que Dios está a tu lado, vencerá cualquier pecado y la comunicación será de ida y vuelta … ¡Pon en orden la vida y las ideas! … de preferencia en lo eterno y no en lo pasajero. Si en este mundo, te toca tener o no tener, date por satisfecho y reconoce a Dios como tu Señor.

Siempre pide su asistencia y apoyo para discernir lo bueno de lo malo … ¡Pon orden ahora y no lo lamentarás mañana!