¿FEMINISMO O FEMINEIDAD?

¿FEMINISMO O FEMINEIDAD?

Más de 60 años de promover el control de la natalidad a través de los medios de comunicación -más bien Televisa- por parte de los gobiernos mexicanos, 10 sexenios llenos de oprobios y complicidades con el sistema de salud, casi 40 años de promoción del divorcio, en un país católico que no comparte el plan de la ONU y la banca mundial, más de treinta de promover el aborto en México, 10 años de encender la mecha del feminismo junto a la imposición de la ideología de género en escuelas y universidades, etc., han podido mellar , desgraciadamente, el filo de los valores cristianos en nuestro suelo.

El mexicano de hoy es en menor cuantía un ente sin identidad nacional y se inclina más a los "nuevos valores universales" - que de bondad y valor no tienen nada-, concebidos en los sótanos luciferinos de las logias masónicas que infestan nuestra patria.

Los valores tradicionales (los cristianos) herencia de la evangelización de Castilla y Aragón se han puesto en entredicho, deslegitimizados, vituperados, combatidos e infiltrados para acabar con este legado de salvación.

Pero aun así queda un resto que no se ha dejado engañar y sigue firme en la fe, sosteniendo estas banderas para ser la tabla de salvación en un futuro cercano.

Han echado toda la carne al asador y a pesar de esto, la fe sigue tan arraigada en lo profundo del mexicano, que, aunque coquetee con las novedades, sigue fuerte y asido a las promesas de eternidad que le fueron inculcadas desde la familia.

...Pero han contaminado el horizonte de los valores nacionales y vemos que el recato ya no está en el menú de muchas de las mujeres, el silencio prudente y el bien hablar ya no es moneda corriente. Ahora se usa un lenguaje -que en el pasado se denominaba "de carretonero"- y echan "weyes y chingados" más de 10 veces al pronunciar tres palabras. Esta forma de hablar más común entre los hombres, lo han adoptado las mujeres sin darse cuenta que le resta valor a los ojos del varón, varón que algún día pudiera ser su novio o esposo.

Eso denigra la femineidad de las mujeres. Esta femineidad no es otra cosa que el mejor anzuelo que poseen para "atrapar al pez" que representa al hombre.

Su tradicional rubor, producido por la vergüenza del sentimiento, se ha convertido en un descaro que ofende el alma. Se visten y andan por la calle como si no existieran los peligros originados por la moda.

El hombre, a su vez, al haber reducido su bagaje moral, es presa de los enemigos de la patria que a través de la música norteña y sus apologías al crimen, caen en las garras de las adicciones que a su vez "desinhiben", "envalentonan" y "reprimen la conciencia" para reaccionar violentamente contra las mujeres y la sociedad. Muchas veces esto es el origen del feminicidio en nuestra patria, el estado letárgico de la juventud varonil y la ligereza de ropa de las mujeres.-

Toda la vida ha sufrido el hombre por controlar sus instintos e inclinaciones. La espina está clavada desde la pubertad y se requiere una formación moral para fortalecer y dominar la "bestia" que todos llevamos dentro.

Alcohol, drogas y rock and roll es la más mortal de las combinaciones y donde el exiguo bagaje moral que sobrevivió al bombardeo planeado por los amos del mundo del Nuevo Orden Mundial, no es suficiente para frenar en los varones a la bestia que es azuzada por la moda indecente de las mujeres que conscientemente -en su mayoría- deambulan quitadas de la pena, sin darse cuenta de manera plena, del conflicto que generan.

A todo esto súmale a la juventud la ambición desmedida que fomenta la "cultura de la muerte" para poseer, envidiar lo que no se tiene y lo que está prohibido por la moral y las buenas costumbres.

Así las cosas, no es de "mojigatos" hacer estos señalamientos. Es una responsabilidad darlo a conocer por hacer reflexionar a esa otra parte racional de nuestra naturaleza para que ponga a trabajar el sentido común para enfrentar este problema ocasionado por la "liberación de la mujer", que está perdiendo sus mejores armas antes los hombres y que afectarán a los nuevos mexicanos que conciban para seguir poblando a México.

El sentido común -que es el menos común de los sentidos- nos dice que la femineidad, y no el feminismo liberal, es la expresión más bella de las mujeres.

SAPIENTIA LID
EDITORIAL