ELLA, ¡180,310 DÍAS!... NOSOTROS, ¿CUÁNTOS?
ELLA, ¡180,310 DÍAS!... NOSOTROS, ¿CUÁNTOS?
¡POR CUÁNTO TIEMPO! ... Ella, la Santísima Virgen de Guadalupe, desde el 12 de diciembre de 1531, nos ha regalado su ternura y compasión a todos los nacidos en estas tierras. Desde entonces, los mexicanos hemos gozado por 494 años, de las bendiciones, favores y milagros que, por su intercesión, Dios nos ha prodigado. Ella vino para pedirnos sólo una cosa: un templo, pero, a cambio, nos ofreció un inmenso tesoro: su regazo materno para darnos, como a sus hijos, todo su amor y protección. El maternal cuidado de la Virgen de Guadalupe sobre todos los que en Ella confían, se ha extendido a lo largo de ¡180,310 días! Ella nos ha acompañado minuto a minuto, favoreciéndonos siempre en nuestras humildes súplicas.
EL REGALO MÁS GRANDE: LA FE ... La Virgen de Guadalupe vino a salvar a nuestro pueblo de la oscuridad en la que se hallaba: cegado por la idolatría, ahogado en la sangre ritual y extraviado por vicios como la embriaguez, la poligamia y la antropofagia. Ante este escenario, la Virgen se compadeció de este pueblo que, a pesar de sus tinieblas y extravío, guardaba sentimientos de obediencia al Hacedor, de reverencia a lo Supremo, de bravura y osadía, de solidaridad fraterna, de desapego a las riquezas, de nobleza y abnegación, de alegría ante las penas y de resignación ante la muerte. La Virgen vio con esperanza el futuro de nuestra gente y vislumbró a un pueblo noble, capaz de convertirse a la Verdad, en la Fe y las costumbres; y a un pueblo creyente y amoroso, que podría ser ejemplo para la conversión de todos los amerindios. Y viendo este prometedor futuro, no dudó en aparecerse ante el mejor de los indios: Juan Diego. ¡Y así los mexicanos nos convertimos a la verdadera Fe! Ella, sin palabras, sermones o coacciones, milagrosamente nos convirtió; pueblos enteros, libremente, desde lejanas tierras, acudían con los frailes para nunca más ser esclavos de Huitzilopochtli, sino hijos del verdadero Dios a través del Bautismo.
AMOR Y PROTECCIÓN PERENNES ... México nació, creció y se sigue desarrollando en el amor y amparo de la Virgen de Guadalupe; sólo así se explica la unión de dos razas. dispares, el progreso y la paz de 300 años como Virreinato y 200 años como República, a pesar de la inestabilidad decimonónica, las guerras intestinas de fin de siglo y la violencia del presente. Su estrella seguirá brillando desde el Tepeyac desde donde es nuestra guía, fortaleza y consuelo.
¡AMOR CON AMOR SE PAGA! ... Nosotros, ¿cuántos días de amor, culto y gratitud le hemos regalado a nuestra amada Virgen?
Este 12 de diciembre de 2025, continuemos y difundamos la carrera de seis años de Amor para que, en el 500 Aniversario, todo MÉXICO GUADALUPANO celebre en grande a nuestra Madre, Reina y Patrona. ¡VIVA LA VIRGEN DE GUADALUPE!


