EL VERDADERO SENTIDO DE LOS BUENOS PROPÓSITOS
EL VERDADERO SENTIDO DE LOS BUENOS PROPÓSITOS
Estamos a pocos días de que termine el 2025 y, aunque todos hemos enfrentado retos de diferente índole, es muy buen tiempo para plantearse lo siguiente: ¿Con qué actitud iniciaremos este próximo año?, y, sobre todo, preguntarnos: ¿Qué estamos dispuestos a hacer para mejorar?
Cada inicio de año es una nueva oportunidad para replantearnos hacia dónde dirigiremos nuestros esfuerzos, y también, es el tiempo perfecto para voltear hacia atrás y reflexionar si realmente apreciamos lo que la vida nos brindó. Asimismo, es una pausa para darnos cuenta si empleamos nuestro recurso más preciado, el tiempo, en hacer aquello que nos redituó, no de una forma material, si no con aquellas acciones que fructificaron hacia el bien para los demás y hacia nuestro propio bien; desde un buenos días, hasta perdonar de corazón; dejar rencores atrás que no nos traen paz, o conformarnos con aquello, que, aunque no está dentro de nuestro control, la manera en que lo afrontamos hace la diferencia.
Y de eso se trata la vida. G. K. Chesterton decía: "La finalidad de la vida es la apreciación: no tiene sentido no apreciar las cosas, y no tiene sentido poseer más cantidad de ellas, si no se las aprecia".
En cada cosa, ya sea buena o mala, hay un aprendizaje y algo que apreciar. Sabemos que no somos perfectos, pero si perfectibles; y que a veces, no avanzamos porque estamos ciegos o sordos, y nos reusamos a ver o a escuchar aquello que, aunque de momento no nos guste, es para nuestro bien. Es decir, para mejorar.
¡Estamos en esta vida para vivirla al máximo! … en el sentido de vivirla pensando que en cualquier momento podemos morir y tendremos que dar cuentas a Dios.
Entonces es el momento perfecto para retomar el curso de "vivir bien, para seguir viviendo bien en la eternidad".
Veamos cada amanecer como un bello inicio que Dios nos permite tener, para ser capaces de luchar para mejorar. Los buenos propósitos son los que nos hacen más virtuosos. Aquellos que iniciamos pensándolos en la mañana, y se vuelven un escalón para llegar al Cielo y salvar nuestra alma, cuando los hacemos una realidad.
¡Que los buenos propósitos no sean sólo al inicio de cada año, sino al despertar con el comienzo de cada día!


