EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ
5ª ESTACIÓN: EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ
Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.
Mi Amado para mí, y yo para Él.
(Cant. 2,16)
Yo seré tu cirineo,
Tú, Jesús, serás el mío,
Tú, Jesús, serás el mío,
Eres de mi mismo barro,
Dios sudoroso y herido,
te faltan muchas caídas
para llegar al patíbulo.
Tu vida puede quebrarse
a la mitad del camino,
y si mueres a deshora
nos dejas sin crucifijo,
sin testamento, sin Madre,
sin el Refugio Divino de tu Corazón,
abierto por la lanza de Longinos...
Tienes que llegar al ara muerto de dolor..,
y vivo; si te abruma mucho
el peso de tu amor y mis delitos,
yo seré tu cirineo...
¡Vayamos al Sacrificio!
Y después, cuando en la vida
se cambien nuestros destinos,
cuando Tú, resucitado todo balsámico
y limpio me esperes en los trigales viviente
pero escondido, y yo cruce ante tus ojos
hecho temblor y martirio,
llevando mi cruz a cuestas,
de dolor desmorecido,
Tú serás el cirineo
que me lleve al Sacrificio.
Eres, como yo, de barro;
hazme, como Tú, de trigo;
exprímeme sobre el monte
como maduro racimo;
y los dos, compenetrados,
hechos de harina y de vino,
en la cumbre amanecida
seremos un Sacrificio.