CAPACIDAD DE AMAR

¿Por qué ama el hombre? ... ¿Se han puesto a pensar en esa capacidad maravillosa que poseemos?

Resulta que este sentimiento que a veces no entendemos no es una cualidad humana ... sino divina. La capacidad de amar es la armadura para no destruirnos, es el ancla que detiene el golpe del enemigo.

Es la empatía que insufló el Divino en toda criatura humana por ser sus hijos. Ese impulso que te roba el aliento por los otros ... es el cariño que nace del respeto por ser una hechura del Hacedor del Todo.

El amor es un misterio aún no develado, a veces se ama sin entender qué pasa, muchas veces amamos lo que no merece y muchas otras, no correspondemos al amor que ofrecen.

Para entender este sentimiento común a todos, hay que entender que eres el resultado del Amor del Todo.

Se ama a Dios, a su Ley, al hermano también hijo de Dios, sus obras: la naturaleza, el mar, el microcosmos y el infinito, el Universo que contiene misteriosamente la reserva de amor que Dios nos tiene y hasta la naturaleza, junto a los hombres, grita de júbilo y amor ante la bondad generosa del Creador.

¡Qué bueno es el amor! ... Es la solución de todo, Si hubiera verdadero amor no habría pleitos, divorcios, robos, asesinatos; ni guerra, ni millonarios, la ambición tendría límites y la envidia estaría a buen recaudo.

La ley del amor debería anteponerse la ley del hombre; así no habría tribunales ni pobrezas. El alma vibra por el amor, sólo habría poemas y comprensión, ayuda y solidaridad.

Dios, al amar, creó en un estallido de amor todas las cosas y a los hombres. Y aun así la expresión más grande de amor de Dios a la humanidad fue el libre albedrío o sea la libertad.

Bien dice la San Agustín: ama y haz lo que quieras.

¡El amor es el dique para el pecado y la correspondencia para el eterno amor!