¡VIVA EL HÉROE Y PADRE DE LA HISTORIA DE MÉXICO!

VIVA EL HÉROE Y PADRE DE LA HISTORIA DE MÉXICO

No siempre la fama y la gloria pública de un país hacen honor a sus verdaderos héroes. La Historia de México ha estado tan miope como desde que nació el México independiente y su incipiente sistema político. No por falta de verdaderos patriotas mexicanos, sino porque agentes tan nocivos como Robert Poinsett, envenenaron las mentes y corazones de quienes en 1821 soñaron en construir una nueva nación.

Al poco tiempo de que Iturbide proclamara la Independencia, los mexicanos que en un principio lo aclamaron como Generalísimo y se rindieron ante él, luego se volvieron sus acérrimos enemigos.

Cualquier historiador que se precie de serlo por su honestidad, por más liberal que sea, reconoce el sincero nacionalismo de Iturbide y todos los méritos naturales y legítimos de los que gozaba para dirigir los destinos de nuestra Patria.

Sin embargo, la cizaña divisionista sembrada por Poinsett con el único interés imperialista y protestante de Norteamérica, a través del dominio absoluto que ejercieron las logias yorkinas, sumada a la discordia que promovían las escocesas, destrozaron las nacientes ilusiones de Iturbide y las del pueblo en general, que sí lo seguía y lo vitoreaba.

¿Cuáles fueron algunos méritos de Iturbide?

  • Una visión clara acerca de la paz y libertad que requería México después de diez años intermitentes de luchas intestinas entre realistas e insurgentes que defendían, cada uno, legítimos intereses.
  • Su brillante estrategia epistolar para tratar de sumar pacíficamente a la causa independentista a todos los sectores de la sociedad.
  • Un sincero y grande amor por México que lo llevó a concebir el Plan de Iguala para unificar a todo el pueblo: indios, mestizos, criollos y españoles.
  • Criterio para entender que, entre tantas diferencias raciales, sociales, económicas y culturales, sólo la religión católica nos podría dar cohesión y paz. Además, como luego lo evidenciarían cinco siglos, creer que la Virgen de Guadalupe sería quien forjaría nuestra Patria.
  • Lógica de su tiempo, para desear independizarse gradualmente de España, y así evitar una ruptura violenta.
  • Generosidad para resolver de su pecunio los graves apuros económicos que sufría el gobierno ante la reciente emancipación, según algunas fuentes.
  • Nobleza de alma por la sinceridad de sus intenciones, por confiar en la buena voluntad de sus colegas en el gobierno, por la distinción de sus palabras y costumbres, dignas de un caballero católico, por el indulto que otorgó meses antes a su futuro captor, Felipe de la Garza, por regresar a México esperanzado en ayudarlo y entregarse, sin resistirse, a sus ingratos y fanatizados verdugos y… por perdonar a quienes lo fusilaron.

¿Cuáles fueron algunos errores políticos de Iturbide?

  • Su ingenuidad, al creer que libremente el pueblo, que sí lo apoyaba, decidiría su destino sin la influencia de perversos y extranjeros intereses.
  • Ignorar o subestimar la maldad de las logias masónicas en cuyo seno planearon la destrucción del primer Imperio, y el destierro y muerte del Libertador de México.
  • Perdonar a sus enemigos políticos pensando que éstos se volverían sus amigos y le devolverían el favor.

Los enemigos de la religión católica y de España podrán seguir denostando a Iturbide y sepultándolo en el olvido, pero nadie puede negar que don Agustín es uno de los mejores ejemplares entre los mexicanos por practicar la virtud de la Magnanimidad, es decir, por su grandeza de alma.

Nadie podrá borrar sus huellas, porque "lo escrito, escrito está": la Carta de Independencia de México, su testamento y su sangre, que la dio por su querido México.

¡VIVA DON AGUSTÍN DE ITURBIDE! ¡VIVA EL GRAN HÉROE Y PADRE DE LA HISTORIA DE MÉXICO!