SOLDADITOS DE PAVÍA

SOLDADITOS DE PAVÍA

Hoy 5 de noviembre de 2020 se festeja y se recuerda a una Santa que invirtió su vida al servicio de los pobres y enfermos, a Santa María de los Ángeles Guerrero González, conocida como Santa Ángela de la Cruz, una monjita española nacida en Sevilla en el año 1846 y recibida en la Gloria el 2 de marzo de 1932. Fue beatificada y canonizada por el Papa Juan Pablo II.

Sta. Ángela fue hija de un matrimonio pobre. Su padre fue un cardador de lana y cocinero y era aficionado a leer libros de Santos. Su madre, Josefa González, lavaba y cosía ropa ajena. Ángela nació de este modesto matrimonio y tuvo catorce hermanos, pero sólo seis alcanzaron la edad adulta.

Desde su infancia mostró una gran aflicción ante las personas con malos modales. Trabajó en un taller de calzado hasta los 29 años en forma ininterrumpida. Estuvo protegida y guiada espiritualmente por dos Torres: el Sacerdote José Torres Padilla, que era Canónigo de la Catedral de Sevilla, y el Jesuita Alfonso Torres, que fue para ella un Director Espiritual a los Juan de Ávila. Practicaba Ángela la mortificación personal: hacía ayunos y dormía en una tabla con una piedra como almohada, además de cilicios.

Los milagros de su vida diaria eran conocidos por sus compañeros de trabajo. Milagros cotidianos como caminar un largo trecho para ir a rezar el Rosario durante una tormenta, y no mojarse. En otras ocasiones la veían levitar durante la oración. Además, visitaba a los enfermos y se le atribuyeron muchas curaciones.

A los 19 años quiso ser monja, pero la rechazaron por considerarla muy débil. En 1989, cuando tenía 23 años, hizo otro intento, pero se enfermó y abandonó la vida religiosa. Regresó a casa con su madre Josefa y curiosamente, su enfermedad había desaparecido de manera misteriosa. Ella decía que se había curado gracias a unos "soldaditos de Pavía" -ciudad italiana- , que eran tiras de Bacalao rebozado y frito, que había comprado en una freiduría de Sevilla.

En marzo de 1873, Ángela dijo haber vivido un estado del alma de gran elevación mística, y con permiso de su Director Espiritual, pasó a firmar como Ángela de la Cruz.

Parece que Dios la quería como fundadora para vivir conforme a los Consejos Evangélicos... "Hay que hacerse pobre con los pobres para atraerlos a Cristo", decía en su diario espiritual, que más tarde recibiría el nombre de "Papeles de Conciencia". Ahí escribió frases muy inspiradoras como:

"¡Qué hermoso sería un instituto que por amor a Dios abrazara la mayor pobreza para ganar a los pobres y subirlos hasta Él!"; "La enseñanza del Calvario no es nueva pro está muy olvidada".

Por fin, el 2 de agosto de 1873 Ángela y cuatro hermanas se consagraron a Dios en el amor y servicio de los pobres. De esta forma quedó constituida la Compañía de la Cruz, que realizaba obras de caridad con los pobres y visitaba a los necesitados.

Un hecho notable que ocurrió en 1877 fue la epidemia de viruela que asoló Sevilla y sus regiones, donde Ángela y su compañía ayudaron a muchos enfermos en los barrios pobres, en los que la tuberculosis hacía estragos.

Su espíritu de servicio y santidad fructificó y realizó muchas fundaciones. El Papa León XIII aprobó su Regla y muchos principales apoyaron e incluso algunos hicieron de la Compañía, su vida.

Murió en 1932 y ha sido un ejemplo de abnegación y de servicio. Su testimonio durante la pandemia de viruela debería inspirarnos ahora, durante esta pandemia, y no tener miedo del contagio, estando al servicio de los hermanos, asistiendo a Misa y rezar el Santo Rosario y serás inmune a la infección de los virus.

Ahora nos quieren ver distantes y sin contacto humano, privados de la Santa Misa y temerosos de asistir a los enfermos.

Ángela falleció el 2 de marzo de 1932 y entre el miércoles y sábado, pasaron a verla 70,000 personas. En su entierro estuvieron Cardenales y autoridades municipales. En 1982, en una ceremonia presidida por el Arzobispo Carlos Amigo Vallejo, su cuerpo incorrupto fue trasladado para que pudiera ser venerado por los fieles.

Tenemos el ejemplo de Santa Ángela de la Cruz, y enfrentemos la pandemia con espíritu cristiano de servicio, viendo a los contagiados como al mismo Cristo.

"Las Hermanas de la Cruz... imitan a los Santos Ángeles" ... y todo, por unos "Soldaditos de Pavía".

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL