SABIDURÍA ANTIGUA Y SABIDURÍA NUEVA

SABIDURÍA ANTIGUA Y SABIDURÍA NUEVA

Para hablar de la sabiduría antigua, desde luego tendremos que referirnos al personaje bíblico Salomón. Su historia se narra en el Primer Libro de los Reyes I-II, y en el Segundo Libro de las Crónicas, 1-9, ambos incluidos en la Biblia, siendo la única fuente sobre este personaje. ¿Y por qué es tan importante este monarca, hacia el año 970 a.C.?... Según el relato bíblico, al ofrecer un sacrificio en Gabón, Yahveh se apareció a Salomón... Y le dijo: "Pide lo que quisieres que Yo te lo daré". Y Salomón respondió... Da pues a tu siervo un corazón magnánimo para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo [...]. Y respondió Yahveh: "Lo he hecho conforme a tus palabras: he aquí que te he dado corazón sabio y entendido" ... (1 Reyes 3:5-9 y 1 Reyes 3: II-12).

La empresa más importante de su reinado fue la construcción del Templo de Jerusalén como lugar para el resguardo del Arca de la Alianza.

Desgraciadamente, la sabiduría salomónica no fue suficiente; era apenas una especie de figura de la Sabiduría que vendría después: Cristo. ¿Por qué? Porque no puede haber sabiduría humana si la voluntad no se somete rectamente a la inteligencia prudentemente ordenada. Y eso sucedió con Salomón. La sabiduría que dominaba en sus juicios no lo protegía del pecado, porque su voluntad se apartó de las luces de la razón. Contrajo matrimonio para consolidar el poder político con Siamón, una de las hijas del Faraón. De acuerdo con 1 Reyes 11:3, "tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas", y esas mujeres le desviaron el corazón, provocando que en la segunda mitad de su reinado cayera en idolatría, inducido por sus numerosas esposas.

Posteriormente sería causa de reproche por parte de los Profetas: "andan descarriados, todos se han pervertido. No hay quien practique el bien, no hay ni uno". En vez de administrar justicia, los propios hebreos... "oprimían a los pobres", "acechaban... a las personas. Sus cosas estaban llenas de fraudes; con esos fraudes se han engrandecido y se han hecho ricos" ... Reavivó el tema de la esclavitud en los infieles y permitió sacerdotes que en muchas cosas eran indignos.

Aquel pecado de Salomón (priorizar la obtención de riquezas por sobre la Ley de Dios) fue la causa de que a su muerte se dividiera el reino de Israel. La parte norte aparecía como "rebelde" (10 de las doce tribus de Israel; todas, excepto Judá y Benjamín). Así quedaría dividido el reino; a este pasaje de la Historia se le conoce como el Cisma de las Diez Tribus. Por tanto, no hay que olvidar que la voluntad debe estar sujeta a la razón de lo contrario, la sabiduría humana no te protege del pecado.

¿Dónde podemos encontrar prefigurada la Sabiduría Nueva y Plena que es Cristo, Sol de Verdad y de Amor? En los Libros Sapienciales. Un antiguo maestro nos dio la pauta para comprenderlos mejor y en el caso del Libro de la Sabiduría, nos decía: "Cambia la palabra Sabiduría -y según el texto- ponle la de Cristo" ... y ¡oh revelación!, todo tuvo sentido. Así mismo en el Libro del Eclesiástico o el Libro de los Proverbios.

¿Dónde estuvo el error de Salomón?... Ya lo dijimos, en divorciar a la voluntad de la recta razón. Sin embargo, podemos rescatar mucho de la sabiduría de Salomón. En el Libro de la Sabiduría (VII, 7:9) dice: "Por eso deseé yo la inteligencia y me fue concedida; e invoqué del Señor el espíritu de Sabiduría, y se me dio... Y la preferí a los reinos y tronos, y en su comparación tuve por nada las riquezas... ni parangoné con ella las piedras preciosas; porque todo el oro, respecto a ella, no es más que una menuda arena, y a su vista, la plata será tenida por lodo. La amé más que a la salud y la hermosura; y propuse tenerla por luz y guía porque su resplandor es inextinguible".

El afán por los bienes temporales hace que se pierda la brújula del buen camino, y acabamos abandonándonos al lujo, al placer, y produce que perdáis la agudeza al juzgar las grandes virtudes por ser ella la que enseña la Templanza, la Prudencia, la Justicia, y la Fortaleza, que son las cosas más útiles a los hombres en esta vida.

Salomón, a pesar de ser poseedor de la sabiduría, se dejó vencer por los vicios detrás de los cuales se esconde el enemigo del hombre... la serpiente antigua.

La Sabiduría, Sapiencia, o simplemente el "sentido común" es la herramienta de la salvación, la que te hace ver el bien y el mal sin ataduras o disfraces. La Sabiduría, como Don del Espíritu Santo, te permite juzgar bien todas las cosas y ordenarlas con suavidad.

Oración con la que el Sabio pide a Dios la Sabiduría. (Sab. IX, 1-6)

Oh, Dios de mis padres y Señor de Misericordia, que hiciste todas las cosas por medio de tu palabra. Y con tu Sabiduría formaste al hombre, para que fuese señor de las criaturas que Tú hiciste, a fin de que gobernase la redondez de la tierra con equidad y justicia, y ejerciese el juicio con rectitud de corazón; dame aquella Sabiduría que asiste a tu trono, y no quieras excluirme de entre tus hijos: ya que soy siervo tuyo e hijo de tu esclava, hombre flaco, y de corta edad, y poco idóneo aún para entender el juicio y las leyes. Porque aun cuando alguno de entre los hijos de los hombres fuese consumado, si se ausentara de él tu Sabiduría, no valdría nada.

Amén.

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL