PRIMEROS MÁRTIRES

PRIMEROS MÁRTIRES

El 28 de diciembre se celebra la memoria de los primeros mártires del Cristianismo, justo al tiempo de nacer el Niño-Dios en Belén de Judea.

La ferocidad por parte de Herodes Antipas poseído por la sensualidad y el demonio actuó como un sátrapa al ordenar la muerte de los inocentes y que alguno le disputara el poder. Este Tetrarca de Perea y Galilea fue acusado por la Historia de haber ordenado la Matanza de los Inocentes.

El objetivo de este sangriento acontecimiento fue matar al Niño Jesús. Entonces Herodes, llamando en secreto a los Magos y enviándolos a Belén, dijo: "Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore".

Tan diabólica fue esta orden a los magos que el nombre de Herodes significa: "El dragón de fuego". Éste, al ver que había sido burlado por los Reyes Magos se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén, de dos años para abajo, según lo habían precisado los Magos.

Este acontecimiento narrado por San Mateo cumple con la profecía de Jeremías (Jer 31-15):

"Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: un clamor se ha oído en Rama, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen".

(San Mateo 2, 16-18).

La tradición establece que unos 30 niños menores de dos años murieron a manos de los soldados.

Desde entonces, la Iglesia Católica celebra cada 28 de diciembre a los Santos Inocentes. Y desde hace algunos años, la Iglesia Católica realiza también oficios especiales, para rezar por todos los niños que no han podido nacer y han muerto víctimas del aborto.

Sin embargo, este duelo se convirtió en la "Fiesta de los locos" celebrado por los paganos entre Navidad y Año Nuevo.

Estas fiestas eran tan escandalosas, que la Iglesia decretó que se celebrara el día de los Santos Inocentes. En esta fiesta pagana-religiosa, se juegan bromas a los más descuidados.

En nuestra realidad actual, tenemos que recurrir a estos Santos Niños-Mártires para abogar por nuestras necesidades y pedir que, con su ingenuidad y ternura muevan el corazón de las futuras madres para que detengan su intención de abortar.