MICHELE FEDERICO SCIACCA

MICHELE FEDERICO SCIACCA

El filósofo italiano Michele Federico Sciacca nace el 18 de julio de 1909 en Giarre, una ciudad de Sicilia cercana al mar y a los pies del volcán Etna. Tomando ocasión de este dato geográfico, años más tarde, uno de sus amigos íntimos lo denominará «el filósofo volcánico», haciendo referencia a su infatigable e incontenible actividad profesional y especulativa [Caturelli 2008: 24].

Sin embargo, no siempre fue así. En efecto, la fortaleza de ánimo que exhibió en vida es fruto de una tenaz batalla contra sí mismo: «Solía decir que su capacidad de trabajo derivaba del deber vencer el fuerte sentido de indolencia que por naturaleza le había tentado continuamente» [Raschini 1999: 12].

Los que le trataron más de cerca concuerdan en resaltar la elevada categoría humana de Sciacca, su natural y bien cuidada capacidad de sintonizar con las personas y de crecer en amistad con todos. Entre los intentos de describir su carácter encontramos párrafos como el siguiente: «es de un humor directo y notable, jamás la ironía sola que hiere; humor que se sabe reír de sí mismo y cuando se ríe de los demás lo hace a través de sí mismo» [Caturelli 2008: 24]. Gracias a este atractivo humano, «cada espíritu refinado (...) presentía y experimentaba su profunda capacidad de ser amigo de todos (...) Para los demás se mostraba siempre con una cordial y sólida disponibilidad: hombres de gran consejo recurrían a él para ser iluminados en sus cosas prácticas» [Raschini 1999: 15].


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