¡LOS ÚLTIMOS SON MÁS SABROSOS!

¿De qué estamos hablando? ... Me refiero a los cuatro últimos meses del año, en las cuales se concentran las festividades más importantes para los mexicanos. Estos últimos meses despliegan un menú exquisito basado en nuestra cocina nacional.

Septiembre es el mes patrio y desde principio del mismo, ya ondean por las calles las banderitas tricolores, los rehiletes y los dulces regionales. Todo mundo se pone "patrio". La gente adorna sus automóviles con banderas y una serie de bocinazos anuncian la algarabía.

Se olvidan de la música pop ... y domina el Mariachi y la Marcha de Zacatecas ... Resulta que México celebra el 16 de septiembre la Independencia Nacional, o al menos el inicio de esta gesta histórica.

Las muchachas durante el mes ponen en su arreglo personal, un toque de mexicanidad ya sea en los aretes o un reboso de bolitas o unos moños lucidores. Todo el mundo evoca la mexicanidad, a través de los antojitos de la amplia oferta nacional, y se bebe Tequila, tepache, pulque o una colorida agua de horchata.

Los comales se encienden y ofrecen al mexicano un sin fin de delicias que alegran el paladar; tacos, flautas, sopes, quesadillas, además de los platillos más representativos de la gastronomía mexicana: pozole, mole con pollo, pipián de pepitas, tostadas de lomo, pata o cabeza, servida con las tradicionales salsas verdes y rojas que resaltan con el blanco del queso, los colores del orgullo mexicano; representados en el platillo que los poblanos ofrecieron a Don Agustín I, Emperador de México: los chiles en nogada.

Este grito que inició el 15 de septiembre de 1810 se prolongó hasta el 27 de septiembre de 1821, fecha en la que se consumó la Independencia de México, al entrar triunfante Don Agustín de Iturbide con el Ejército Trigarante a la Ciudad de México ... ¡motivo de otra celebración!

De septiembre nos brincamos a octubre, mes de gran festividad, ya que en este mes se festeja y celebra a la Raza, siendo el día principal el 12, que fue cuando el marinero de la carabela "la Pinta", Rodrigo de Triana, divisa América y abre la puerta a la Conquista de México y al mestizaje, en un encuentro con dos mundos diferentes. De este encuentro resulta la comida criolla, que es la que ha dado lustre a nuestra gastronomía.

Y qué decir que, en Jalisco, el 12 de octubre regresa a su Santuario de Zapopan, La Generala, o sea, la imagende la Inmaculada Concepción conocida como la Virgen de Zapopan después de recorrer las Parroquias de Guadalajara, como un recuerdo de cuando por su intervención acabó con una pandemia de cólera que sufría la ciudad. En este día se despliega una gran oferta de antojitos durante el recorrido, donde los tamales y el atole nos dan la bienvenida muy temprano por la mañana, para seguir durante el recorrido con elotes asados o cocidos, los clásicos esquites, los collares de tejocotes y las cebollitas; terminando con turrones rosas y un sin fin de chucherías.

Hay que resaltar que, durante todo el mes de octubre, la ciudad está bajo notas del Mariachi, ya que se festejan en Jalisco las Fiestas de Octubre. Ya desde finales del mes, el ambiente festivo, se convierte en un ambiente respetuoso y se impregna con el olor de la cempaxúchitl, que evoca el recuerdo de nuestros seres queridos que ya volvieron a Casa del Padre.

Noviembre inicia con la memoria para recordar a los inocentes o angelitos que ya nos dejaron, para centrarnos, el día dos, en el día de los muertos, donde la población se vuelca en los panteones y camposantos para festejar con sus muertos el día en que se hacen presentes en espíritu para compartir las viandas que más les gustaban envida. Todo esto acompañado por la tarde con velas, faroles, flores y canciones, donde todos disfrutan de los platillos que más les gustaban a sus familiares, todo esto rociado con el consabido tequila y el debido respeto que se tiene a los difuntos.

Luego vuelve a renacer el sentimiento patrio con la festividad del 20 de noviembre, donde se recuerda el conflicto armado conocido como Revolución Mexicana, que es el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en México, donde se vuelve a beber tequila y consumir las viandas más sabrosas de la cocina mexicana.

Por fin, llega diciembre que es el mes de la Madre y del Hijo, ya que recordamos el acontecimiento Guadalupano que nos da identidad y unidad como nación. La Virgen vestida de sol irrumpe en la nación para consolidar la Conquista y el mestizaje dándonos el carácter de mexicanos ... Y, por fin la Navidad, el Nacimiento del Hijo de Dios, que nace de la Virgen María para salvar a la humanidad. Este acontecimiento es sin duda el que más une a la familia en oración y, luego, alrededor de la mesa. Todo el mundo echa la casa por la ventana; el pavo, la pierna, los guisos, el mole, los tamales, el pollo al horno, los pasteles, los frutos secos y los dulces, lo más exquisito de nuestra cocina se degusta en esta fecha del calendario; es sin duda, la fecha más importante del año ... ¡Aaah! Y para terminar el año y comenzar uno nuevo ... vienen las fiestas de fin de año, con su internacional participación de Bacalao, ensaladas sofisticadas, las tradicionales uvas y champaña, que se catafixia a veces por sidra o tequila. Todo esto destila unidad, felicidad y buenos deseos ... ¿Ya te estas preparando con tus alka seltzers?

P.D. ¡Aaah!... se me olvidaron las Posadas. De ésas hablaré luego. ¡Hasta la próxima!

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL