LOS BELENES

LOS BELENES 

Allá por el siglo XII, en una gruta de Greccio, Italia, nuestro Padre San Francisco, en el tercer año antes de su muerte quiso excitar a los habitantes del pueblo a conmemorar la Natividad del Niño Jesús, y decidió honrarlo con gran devoción.

Preparó un pesebre, trajo heno, un buey y un asno al lugar para representar la escena como imaginó que sería, después de haber conocido los Santos Lugares. Así nos narra San Buenaventura: "El hombre de Dios estaba de pie ante el pesebre, lleno de devoción y piedad, bañado en lágrimas y radiante de alegría". El Santo Evangelio fue contado por Francisco. Luego predicó a las personas que se habían reunido en torno de la Natividad del pobre Rey... Y al no poder pronunciar Su Nombre por la ternura de Su Amor, lo llamó "el Bebé de Belén".

Así de hermoso y rebosante de ternura se representó el primer "Nacimiento" de la historia. Otros le llaman "Belén" o "Pesebre".

Con ese amor como el de San Francisco prepara tu corazón para hacer tu pesebre interior, y en esa cuevita de amor, adora al Rey del Universo que se revistió de carne para redimir los pecados de los hombres. Arrodíllate ante tu natural orgullo y adora al Rey de la Gloria que nacerá en tu corazón este 24 de Diciembre por la noche.

¡Feliz Navidad!

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL