Cualidades versus Virtudes

LA RESILIENCIA

El significado de resiliencia, según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.

Las personas resilientes no sólo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que utilizan esas situaciones para crecer. Pero esta actitud ante la vida no es gratis y no se adquiere por aprendizaje o con la sola voluntad.

La Resiliencia es el resultado de una esmerada educación en los Valores y cuando hablamos de Valores, me refiero a los Valores de la Religión, ya que no hay Valores sin Religión. Y estos Valores están fundamentados en alguna de las Virtudes Teologales o Cardinales. La diferencia de una Virtud no lo agota, sino que una Virtud es la base de otra Virtud.

Así, la Resiliencia se basa en una o más Virtudes como la Prudencia, la Esperanza y la Fe.

Podemos decir que a veces una Cualidad que es característica de nuestra personalidad está fundamentada en las Virtudes. Ésta, a su vez, es acuñada en la genética personal, en la herencia. Dios bendice la Fidelidad hasta muchas generaciones adelante; a veces esa "maravilla de carácter" es un premio a la Fidelidad de tus tatarabuelos.

Así también, los pecados de los hombres se heredan a generaciones futuras. No quiere decir esto que serán malos por naturaleza, pero sí la tendencia al pecado dominará su personalidad.

Estos últimos serán rebeldes a la Resiliencia y no soportarán las dificultades, se les cerrará el mundo y la desesperación hará presa de ellos.

Hay que decir que, en este renglón, también existe la autoformación. ¿Cuántos ejemplos nos encontramos en la vida de personas que han vivido en circunstancias desesperadas? Pero existe un "gen espiritual", premio de algún antepasado que lo inspira a buscar el bien para dominarse y sobreponerse a las situaciones límite, donde interviene la Fortaleza, que es otra Virtud Cardinal.

Podemos deducir de todo esto que la formación religiosa da sus frutos y los distribuye durante toda la vida. La primera de las Virtudes, la Fe, es una Virtud Teologal que es infundida en la vida temprana, y será una Virtud tan práctica, porque su Referente siempre va a estar presente, Dios, como Creador y Sostenedor del alma humana.

Recuerda ante un problema: la vida no se acaba... A cada paso hay dificultades, pero la Resiliencia te saca adelante siempre... ¡con una sonrisa en los labios!

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL