¡LA OTRA ESPAÑA!

¡LA OTRA ESPAÑA!

En España, una gran cantidad de ciudadanos tienen todavía la idea de que México es la otra España.

Los españoles nos ven como herederos del Imperio y de la grandeza de España. Arrastran un complejo histórico, acerca de la Leyenda Negra de la Conquista, y se creen todo ese camelo inventado por la izquierda intelectual de la Generación del 20, para desarrollar ese sentimiento de culpa por la Conquista...

Ni idea tienen de que esos años, todavía no existía España como nación. Fueron los Reinos de Castilla y Aragón (1492) que financió a Cristóbal Colón, y no España como tal. En la época de la Conquista (1521), todavía reinaba en Castilla la Reina Juana y el futuro Emperador Carlos I tenía sólo 16 años y ya compartía el reino con su madre Juana. A partir de ahí, unió en una sola persona los reinos de Aragón, Castilla y el de Navarra, y el Sacro Imperio Romano Germánico. Así se convirtió en Carlos I de España y V de Alemania.

Así que nada tuvo qué ver España como nación en la época de la Conquista, que se dio a la caída de la Gran Tenochtitlán. Pero la Leyenda Negra insiste en que la responsable fue España y que acabaron con una cultura en que no se miden las bondades de la misma, sin considerar que los mexicas de ese tiempo tenían sometidas a muchas "naciones" o pueblos, como fruto de la conquista por los dominadores del Valle del Anáhuac.

Además, tampoco se considera que esta sociedad teocéntrica tenía un panteón de dioses, en el que privilegiaban a Huitzilopochtli, el dios de la guerra, y para sus Guerras Floridas exigían a sus tributarios una dotación promedio de 100,000 víctimas por año, para ofrecerlas al dios de la guerra. Las atrocidades de este pueblo con los pueblos sometidos fueron los que marcarán su destino como pueblo y nación, ya que el conquistador Hernán Cortés sólo lideró para su conquista a cientos de miles de aborígenes, enfadados con los Aztecas. Tlaxcaltecas y cholultecas fueron los que más engrosaron las filas de Cortés. Cuando fue "invitado" por Moctezuma y le dieron un recorrido turístico por la "Venecia mexica", vio el tzompantli donde engargolaban las cabezas de los sacrificados y contó más de 130,000. Ahí, en ese recorrido, tomó la decisión de la Conquista, ya que pensó que el demonio tenía su reino en esa ciudad.

Así que los españoles deben sacudirse esa carga histórica y, además, la Historia no debe de aplicar las circunstancias del presente para el pasado.

Para los mexicanos, la misma Leyenda dio una visión histórica, equivocada, corregida y aumentada, y en la actualidad, el pueblo tiene una visión desviada acerca de la grandeza de los pueblos indígenas del pasado. Muchos creen que los mexicas eran un gran y virtuoso pueblo, pero, en realidad, eran una sanguinaria dictadura. Debemos reconocer, aunque nos duela, que el alma mexicana, tiene dos esencias: una es la que nos dio la cultura, costumbres, idioma y religión, y otra, una parte de la sangre y una visión pesimista de la Historia.

Un mexicano no es un español, tampoco es un indígena, sino una consecuencia de los dos. Somos mestizos, debemos incorporar a los pueblos originarios al desarrollo y a la cultura para que se integren a lo mexicano. No podemos seguir siendo pre-mexicanos, mexicanos o anti-mexicanos. No son tres naciones... ¡somos una sola nación, un solo territorio, un mismo sentir, una sola alma... una sola Patria!

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL