LA ORFANDAD

LA ORFANDAD

Es muy común que la gente relacione la palabra orfandad como un sinónimo de huérfano; puede ser literal. Todo mundo, al perder a sus padres, desarrolla un sentimiento de orfandad, de sentirse solo y triste. Pero hay otros tipos de orfandad, por ejemplo, la falta de conocimiento.

Se puede ser un huérfano intelectual y no se da cuenta hasta que se siente la soledad. Una orfandad terrible es la de no conocer a Dios y ser víctima de controladores y manipuladores. Este sentimiento es muy serio ya que te orilla a creer en cualquier patraña. El hombre siempre ha tenido hambre y sed de Dios … y si no lo conoce, es peor que ignorar que tuviste padres.

Por eso, la mejor caridad que puedes hacerle a tu prójimo es revelarle que hay un Dios que todo lo puede, que es un Padre amoroso y que espera a que regreses a casa para darte tu herencia en la eternidad… Ya no eres un huérfano… ¡tienes al mejor Padre!

Quizá la orfandad que más pesa en el alma es el amor que se va, el que parece muerto, el que ya no da calor… eso es orfandad insoportable ya que el amor es la base de la vida, de la ambición, del orgullo bien entendido, de la superación personal. Es el motor de la creatividad, de la fantasía, del "vale la pena vivir". Cuando amas, el mundo se transforma y todo lo ves con el prisma de Dios; todo es bello, equilibrado y digno de contemplación…

Ama y no caigas en la depresión que trae consigo orfandad.