LA ESFERA Y LA CRUZ

LA ESFERA Y LA CRUZ

Hace más de 100 años que fue publicada la novela La Esfera y la Cruz, de Gilbert K. Chesterton, que trata de las aventuras que pasan un ateo y un católico que intentan batirse en duelo. El autor inglés, era filósofo y periodista, y lo que escribió entonces, sigue estando vigente en la actualidad.

Quizá, los motivos aparentemente económicos y financieros hacen que algunas naciones estén en guerra. En la novela, los personajes centrales se persiguen por el mundo, y al igual que en el presente, cruzan sus aceras y marcan los pasos para el disparo. Pero, este duelo no es nuevo es la historia del hombre: desde que fue modelado por las manos de Dios estuvo en guerra contra el orgullo y la envidia del que, alguna vez, fue el más bello de los ángeles.

¡Desde su caída estuvo al acecho de las obras de Dios! Al llegar el Altísimo, para crear al hombre, merodeó a su alrededor para encontrar su lado débil y, exponerlo enfrentándolo a Dios.

Desde entonces, este peculiar duelo entre el bien y el mal ronda por el mundo. No es de extrañarse, que, al paso de los siglos y por el afán del hombre por lo desconocido, le pone al mal los recursos y los medios a la mano para aniquilarlo.

¡Siempre la misma historia! Desde Caín, sus malos hábitos trascendieron hasta el presente. La metáfora de Chesterton seguirá estando vigente hasta el final de los tiempos, el hombre acosado por el mal en contra del bien fortalecido por las virtudes, seguirá hasta el duelo final de la Historia.

La esfera, en esta metáfora, representa al mundo y la cruz a la doctrina del Salvador y su Iglesia.

Este eterno conflicto se da en este contexto escatológico que terminará con el duelo al final, es decir, el regreso del Mesías a reclamar su reino, resultando aniquilado el anticristo.