LA ENFERMEDAD ES UN REMANSO

LA ENFERMEDAD ES UN REMANSO

Todo mundo ha pasado alguna vez tres días o semanas fuera de circulación por alguna enfermedad. Durante este tiempo en que la enfermedad te arrebata la salud, el pensamiento, sin la supresión de la rutina, empieza a reflexionar sobre lo frágil del cuerpo y el dolor que supone este desequilibrio.

Cuando pasa la fase aguda y el dolor disminuye y tienes que guardar cama por prescripción médica para que el cuerpo se reponga … ¡se abre un remanso de paz! … que es el resultado de cambiar el ritmo en nuestra vida habitual. Entonces piensas en la brevedad de la vida, la muerte y muchos tópicos que en un estado sano, no abordarías.

Durante la convalecencia … ¡piensas y piensas!… hasta que reflexionamos y tomamos decisiones que cambiarán nuestra vida. El tema de esta reflexión existencial parte desde el dolor sufrido, la fe en Dios y su marco histórico en la vida … todo un tema que se desenvuelve fuera de las rutinas del diario vivir.

Estas "lecciones" contribuyen a comprender la trascendencia de nuestra vida, y muchas veces, nos curan más que las medicinas porque, frente al dolor y la debilidad del cuerpo; nuestra alma se enfrenta a un panorama de su realidad metafísica, entonces algo pasa y la reflexión se vuelve profunda, surgen nuevas prioridades y cambios de hábitos y costumbres. Esta fase de la curación corresponde a aliviar el alma.

El cuerpo en su fase de curación también toma en cuenta el alma. A veces, se enferma de soberbia envidia y arrogancia. En este momento de reflexión brincan en nuestros horizontes espirituales, la enfermedad del alma que se diagnosticó durante la enfermedad física y el dolor del cuerpo.

Recuerda, que tenemos que aprovechar la enfermedad para corregir nuestra alma y cuerpo .

¡El alma sana es la cumbre de la salud y el bienestar!