LO QUE NO TE DAN LAS MARCAS

En una sociedad consumista como la actual, el objetivo del trabajo sólo es ganar dinero y gastarlo en la oferta de las cosas. De esta forma, no nos limitaremos a comprar cosas necesarias, como el sustento y vestido, sino que estos bienes deben ser de marca, como lo exigen los cánones de las apariencias.
En esta disputa entre "yo visto mejor que tú", está la guerra de las marcas… las de diseñador. Bolsas, ropa y zapatos son las estrellas; ellas te dan el ESTATUS, que necesitas para deambular en el nivel que sugieren tus logotipos. Debe ser de Prada, o Louis Vuitton, o de perdis, Versage, Adidas o Nike. Y en esta oferta de apariencias, se te va toda la quincena.
Ahora, ya no basta vestir de marca. Hoy hay que lucirlas en las plazas e ir a restaurantes de "Cocina de Autor". "¡Hay que vivir la vida que sólo hay una!"... dicen los exitosos, los que ganan bien… pero desconocen el futuro. Todo nuestro entorno conspira contra nuestra quincena… "¡Hay que usar, pero de marca!".
Las vacaciones deben ser un Resort de lujo, con servicio VIP, para presumir fotos en el WhatsApp… "¡Hay que presumir!".
Una pregunta: ¿Y tu alma inmortal?... Tu pedantería peca contra la humildad, y conoces las consecuencias. No hay que acabar el día agotando tus ahorros. Es momento de torcer el volante y regresar por el camino recorrido para presumir, no las apariencias, sino la caridad. Lo que crees que te sobra, en realidad a alguien le falta.
¡Gasta e invierte para ganar amigos en el más allá!