LIBERTAD

28.07.2021

La libertad en el ser humano va implícita a su ser, no requiere que las leyes se lo reconozcan, se entiende que toda persona desde que nace hasta que muere, durante toda su trayectoria en este mundo, todas sus decisiones y actos, estuvieron enmarcados en ese derecho inalienable de ejercer su libertad. Salvo, claro está, cuando el individuo hace uso de ella para dañar a terceros en sus personas o propiedades; para el caso el Estado está obligado a garantizar la integridad física de la persona y salvaguardar las propiedades de sus ciudadanos, sancionando al transgresor de estos principios, privándolo de la libertad, en muchos de los casos.

Cuando el Estado mismo es el que violenta este derecho fundamental, ¿qué opciones tiene el ciudadano para que se le restablezca este derecho? ¿A qué instancias debe de acudir? La historia nos enseña que en esta situación, la persona queda en estado de indefensión y es cuando se configuran las tiranías, caracterizadas por ver a sus ciudadanos como meros elementos de un todo que es el Estado y éste a su vez manejado por un grupo de personas que imponen a la fuerza sus puntos de vista, su filosofía, sistema económico, etc. y el individuo se desdibuja en el interés superior que es el Estado.

Consideramos pertinente hacer las anteriores aclaraciones para poder entrar en materia y entender que es a lo qué se enfrentan los pueblos de China, Corea del Norte, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Cuba, que en términos generales, están sometidos a un sistema dictatorial con acentuaciones muy particulares de cada régimen, pero todos con características bien claras de contemplar a sus respectivos ciudadanos como simples piezas de una maquinaria que es el Estado, al que se deben de someter ambiciones, deseos, vida privada y hasta los pensamientos mismos quedan subordinados al Estado representado éste por la gran burocracia, única con la libertad de decidir qué es bueno y qué es malo, y con el derecho de vigilar y someter a toda la población, con su voluntad o sin ella.

La gran burocracia de los gobiernos de los países antes mencionados se han especializado en el control masivo de sus gentes y para ello cuentan con aparatos de vigilancia poderosísimos que son capaces de saber hasta las pláticas íntimas de las familias; han adoctrinado a los hijos para que denuncien a sus padres sí estos son una amenaza para la "revolución", a la "patria" al "gran líder" (recuerde que en estos sistemas son muy dados a hacer semidioses al gobernante en turno); han limitado al individuo para poder viajar, hasta interiormente. El Estado es omnipresente y todo lo controla, tramitar permisos para cualquier actividad es lo cotidiano. La mano y ojos del Estado lo reiteramos en todo está. China resulta ser una excepción en el campo económico, pues ha permitido un sistema capitalista de producción, bajo un sistema socialista de gobierno, va a la vanguardia en el control de sus habitantes aplicando la tecnología más avanzada para tal efecto.

Otra característica universal de estas dictaduras es tener un enemigo externo, generalmente ficticio, el que carga con todas las culpas por los fracasos internos y es el que "amenaza" constantemente al desarrollo armonioso, y el que por pura "envidia" quiere acabar con el gobierno que tanto se sacrifica por el pueblo; el gran líder está en constante peligro por las amenazas de que es objeto, pero él esta dispuesto a enfrentar al enemigo sin importar su vida misma. Todo esto con el fin de despertar y afianzar en el pueblo los sentimientos de unidad y experimente la protección de sus líderes; el pueblo a cambio le entregue toda su lealtad sin reserva, y es capaz de soportar toda clase de privaciones y necesidades, y la tan añorada libertad es sacrificada por los intereses superiores de la gran burocracia, perdón, del Estado.

Las dictaduras que tenemos en América, salvo Cuba, llegaron por la vía democrática y por un deseo autentico y legítimo del pueblo de deshacerse de gobiernos abusivos y corruptos, además de ineficientes, y por el deseo de un cambio se dejaron engañar por esos líderes que hoy "sufren", que siempre prometen acabar con la corrupción, y generar trabajo y bienestar para todos, que nadie sufrirá necesidades, que las injusticias serán cosa del pasado, que el paraíso ya viene, está por llegar y se instalara aquí en la tierra. ¡Espejitos, espejitos para todos hay!, ¡No arrebaten, para ello trabaja el Foro de Sao Paulo!

Tarde es cuando los pueblos hermanos de América se han dado cuenta del engaño del que fueron objeto y las "ovejas" que eligieron para que los sacaran del atolladero en que se encontraban resultaron unos verdaderos "lobos", hambrientos de poder y con una capacidad de destruir sorprendente; todo lo que venía del pasado lo demuelen con singular esmero, lo bueno y lo malo, y sistemáticamente, comienza una nueva era para el pueblo, ¡Muera el capitalismo! ¡Muera el imperio! ¡Mueran los ricos! ¡Muran los aspiracionistas!

"Dale gracias al gobierno y conténtate con tu camisa, tus pantalones, tu par de zapatos y por tu tarjeta de racionamiento, tranquilo ya no tenemos al rico explotador, el imperio se muere de coraje porque ellos no tienen lo que nosotros tenemos, cuenta con tus líderes que siempre te defenderán. Sacrificar tu libertad vale la pena por disfrutar lo que ahora tienes, hambre y miseria por doquier".