LA SINODALIDAD COMO INSTRUMENTO PARA GENERAR CONOCIMIENTO RELIGIOSO

10.11.2022


ANÁLISIS GNOSEOLÓGICO DESDE LAS PERSPECTIVAS DE LA CIENCIA Y LA DOCTRINA.


El problema

¿Las "verdades" emanadas de las Asambleas Sinodales son válidas? ¿Qué nivel de certeza tienen las propuestas surgidas en el marco de los Sínodos Eclesiales?

Con la novedad de la sinodalidad en la Iglesia y los temas que se están discutiendo, se presenta una interrogante sobre la posibilidad o capacidad de estos organismos eclesiales para modificar la Doctrina Cristiana, y qué tanto valor tienen los métodos con los que están trabajando: la escucha, el diálogo y el consenso.

Pero, a fin de tener una explicación más completa respecto al conocimiento en materia religiosa, su naturaleza, sus métodos y alcance, hacemos este análisis desde una perspectiva gnoseológica. Para ello distinguimos entre el conocimiento generado por la ciencia, el aceptado por una doctrina y más concretamente, el confesado en la religión Católica. En las últimas décadas parece haber una confusión que afecta los niveles de certeza que nos brinda cada uno de ellos.

Además de la naturaleza del conocimiento es necesario considerar el cómo se produce, se adquiere y cuáles son los criterios para admitirlo como verdadero.

Intentamos hacer algunas precisiones que nos permitan diferenciar el campo ontológico, el propiamente epistemológico y el metodológico, en el proceso de conocer tanto en la ciencia como en la doctrina.

Adelantamos una respuesta rápida y precisa desde el punto de vista teológico. La tenemos en la reciente entrevista que Infovaticana le hizo al cardenal Gerhard Müller sobre el tema (Arias, 2022). Müller es una autoridad en el tema. Es exprefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la encargada en el Vaticano de cuidar el apego de la enseñanza de la Iglesia con las fuentes de la Revelación. Su respuesta no deja dudas:

Hay dos errores en esto que sólo los ignorantes teológicos pueden cometer: 1) el Papa no tiene autoridad para cambiar la enseñanza de la Iglesia, que está afianzada en la Revelación de Dios. Al hacerlo, se exaltaría como hombre por encima de Dios. 2) los Apóstoles sólo pueden enseñar y disponer lo que Jesús les mandó enseñar (Mt 28,19). Son precisamente los Obispos... los que están llamados a la «enseñanza de los Apóstoles» (Hechos 2,42) en la Sagrada Escritura, la Tradición Apostólica y las definiciones doctrinales certeras de anteriores decisiones catedralicias papales o concilios ecuménicos.

En consecuencia, no se puede cambiar lo ya establecido en la doctrina cristiana. Y la doctrina no sólo está compuesta por dogmas, sino también por preceptos morales y prescripciones para el culto.

Verdad y conocimiento:

Iniciamos con el análisis de los conceptos de Verdad y Conocimiento. La Verdad es definida por Barbedette (1976, 11-30) como la ecuación o la conformidad del pensamiento con la cosa conocida. Esta verdad es objetiva, y se alcanza cuando nuestra inteligencia conoce o se adecua a la realidad observada. Esto supone que lo verdadero no deja de serlo si el hombre es incapaz de conocerlo, de comprender la realidad. La realidad sigue existiendo, y es verdadera porque es real. Esto es importante para diferenciarlo de las posturas subjetivistas y relativistas.

El Conocimiento es un concepto más subjetivo, pero no necesariamente relativista. El Conocimiento se da en la persona (de allí su subjetividad), y se alcanza plenamente cuando su inteligencia se adecua a la realidad, es decir, a la verdad.

Entonces surge otro concepto relacionado: la Certeza, que tiene además un componente volitivo. Es definida por el mismo autor citado como la adhesión firme del espíritu a la verdad conocida. El concepto de "adhesión firme del espíritu" tiene un elemento racional, en el que la duda o la opinión quedan fuera, pues se tiene la evidencia necesaria para afirmar la verdad. Además, tiene ese componente volitivo que nos hace creer y confiar que estamos en lo cierto.

También tenemos una regla que se aplica tanto en la Gnoseología como en la Lógica: la evidencia es la prueba de la Certeza. ¿Por qué? Si lo que nos interesa es conocer la realidad, y esta realidad se manifiesta clara, precisa, fuera de toda duda, es decir evidente, entonces es cierta. Afirmar que el mal y el bien existen sobre la tierra, es evidente, no necesita probarse. Pero si lo que queremos es explicar el por qué y para qué existen, entonces sí tenemos que recurrir a una de las fuentes de conocimiento, que nos ayuden a comprenderlo.

El conocimiento científico.

Cada una de las áreas de conocimiento tiene un campo de estudio que le es propio. En consecuencia, ninguna Ciencia es omnicomprensiva, sino que cada una estudia una parcela de la realidad. Es definida por Vargas Montoya (1990, 195) como el conocimiento de una cosa por sus causas y también como el conocimiento cierto de la verdad supeditado al campo que es su objeto de estudio. Entonces, es un conocimiento de las causas de una cosa, al que añadimos el término "próximas" para diferenciarlo de la Filosofía, que estudia al ser en general por sus causas últimas o primeras. Primeras desde una perspectiva ontológica, últimas desde el punto de vista lógico.

La inteligencia está implícita en la naturaleza del hombre, es un don asociado al alma inmortal con la que Dios nos ha dotado y es la capacidad que nos permite conocer, Pero la Ciencia -como producto de la inteligencia humana- es una creación del hombre, en su intento por explicar, descubrir y controlar las leyes que gobiernan el universo, tanto sensible como inmaterial. Como creación del hombre, la Ciencia es falible, como todas las obras humanas.

Aunque tenemos diferentes tipos de ciencias, su naturaleza como sistema de conocimientos es similar, no así su metodología. Asti Vera (1969) clasifica las ciencias en formales, fácticas y del hombre. Las ciencias formales tienen como objeto de estudio las ideas abstractas, su posibilidad de conocimiento y las reglas para hacerlo. La Lógica y las Matemáticas son buenos ejemplos. Las ciencias fácticas se orientan hacia la naturaleza, hacia los seres tangibles, como los seres vivos o los fenómenos físicos. La Biología y la Química entrarían en esta categoría. Por otra parte, las Ciencias del hombre intentan explicar la complejidad del ser humano como individuo y como sociedad. La Psicología y la Educación son una buena muestra.

El conocimiento científico se desarrolla principalmente por medio de teorías, que deben someterse a prueba para ser aceptadas. Los criterios de verdad son la consistencia interna de la teoría, pero sobre todo, su concordancia con la realidad que pretenden explicar. Una teoría que no explica satisfactoriamente la realidad, no sirve para el desarrollo de la ciencia. Por ejemplo: afirmar que si dejas hacer a un niño lo que quiera, eso que haga estará bien, choca contra la realidad. Es precisamente lo que afirma el Humanismo naturalista.

Las teorías dan origen a nuevas hipótesis o nuevas teorías que requieren nuevamente de su verificación. Así, la Ciencia continua trabajando.

El conocimiento científico es perfectible. Sólo en algunas ciencias formales tenemos axiomas que son verdaderos en sí mismos. Pero en lo general, cada propuesta científica tiene que demostrar su veracidad.

Esto no significa que el conocimiento científico sea relativo por necesidad. Cuando un objeto ha sido estudiado y comprendido en cuanto a su naturaleza, se convierte en un conocimiento científico, y por lo tanto, cierto. Estas certezas son las que han permitido el avance de la civilización.

En la Ciencia, el criterio de consenso (democracia) no otorga validez. El consenso explica la opinión de la mayoría, pero no necesariamente la verdad. Los procesos relacionados con los consensos democráticos tienen valor sólo cuando lo que interesa no es conocer la realidad, sino la percepción de la misma; por ejemplo, un estudio de mercado sobre preferencias de un tipo de producto.

El diálogo -como método- también es irrelevante, pues la verdad no puede cambiar porque se discuta sobre ella. 2+2=4. La respuesta no es negociable. Sin embargo el diálogo puede ser útil en el diagnóstico de un problema científico o en la toma de decisiones sobre su solución, pero nunca como criterio de verdad.

Los métodos para obtener este conocimiento científico son la comprobación y la demostración. La primera opera sobre todo en las ciencias fácticas y del hombre. La segunda básicamente en las formales y también en las que estudian al ser humano. La comprobación siempre es empírica, utilizando preferentemente el método experimental; la demostración es de carácter argumentativo, tomando como base los métodos lógicos y filosóficos para el análisis de las propuestas.

Hay un grupo de ciencias en el campo de lo social (Educación, Antropología Social, Sociología, etc.) que han adoptado metodologías basadas en la Fenomenología, el Subjetivismo y la Dialéctica hegeliana-marxista. Para estas ciencias el conocimiento siempre será relativo, contextual o válido por un momento histórico. Debemos admitir que hacen un aporte a la ciencia, pero no en cuanto a la explicación de la realidad, sino la percepción de esa realidad, en un momento o contexto dado.

En estas ciencias sí se incluye al consenso como criterio de validez, a sabiendas de que el conocimiento será transitorio. Generalmente se usan como criterios la triangulación y la saturación de información. Es decir, si varios autores coinciden en un punto (triangulación) o si hay mucha información que dice lo mismo (saturación), entonces el conocimiento es válido.

En este caso el consenso se busca a partir de la "socialización del conocimiento" que se realiza mediante la publicación o la participación en foros especializados.

De la misma forma, el diálogo, en su acepción hegeliano-marxista, también funciona como criterio de verdad, pues parte de la base de que la Historia y el conocimiento surgen del choque de opuestos, que, como resultado, generan una síntesis, siempre de orden superior. Esa síntesis sí sería considerada como criterio de una verdad, pero siempre provisional, transitoria, hasta que venga una otra idea que la refute y se genere una nueva síntesis.

Pero nunca la Fenomenología o el Relativismo podrán afirmar una verdad con grado de certeza, pues al hacerlo, contradicen sus principios.

Sin embargo, estas explicaciones (la realista y la fenomenológica marxista) no resultan tan simples, porque siendo el conocimiento científico una obra humana y por ende imperfecto, tenemos que aceptar a priori supuestos relacionados con la naturaleza y constancia de los objetos de conocimiento y de los procesos de conocer, que pertenecen al campo de la Filosofía, particularmente a la Filosofía de la Ciencia.

La Doctrina.

La Doctrina es definida (Significados) como:

"El conjunto de principios, enseñanzas o instrucciones que se consideran como válidas y que pertenecen a una escuela que puede ser literaria, filosófica, política, militar o al dogma de una religión... Asimismo, la doctrina parte de la posibilidad de contar con una validez universal, sin embargo, esto es casi imposible a causa de las diferencias culturales y religiosas que existen en la gran diversidad de grupos sociales que conforman la humanidad".

La doctrina, a diferencia de la ciencia, no parte de principios que deban probarse, sino de supuestos, muchas veces indemostrables científicamente, que deben de aceptarse 'a priori' a fin de ser considerado partidario de esa doctrina. Aquí hablamos de cualquier doctrina, ya sea económica, social, política o religiosa.

No todos sus principios son indemostrables; algunos pueden ser avalados por la Ciencia y la experiencia; pero por definición, hay una serie de principios considerados válidos, independientemente de su aterrizaje en la realidad.

Por ejemplo, la doctrina de la democracia tiene como principios (Universidad de Murcia): que el poder pertenece al pueblo, la legitimación del poder se da por elección popular, la racionalidad de la ley que vigila que se cumplan las normas establecidas, la representación del pueblo y el pluralismo ideológico. Si no se aceptan estos principios, no se puede considerar a una persona partidaria de la doctrina de la democracia. Claro que varios de estos principios son discutibles, pero la doctrina exige su adhesión.

Las doctrinas pueden enriquecerse, desaparecer o cambiar. Pero cuando hay variaciones, generalmente adoptan un nombre distinto al que les da origen, frecuentemente el del autor que las propone.

Su valor como aporte al conocimiento depende en gran parte de la veracidad de sus principios o supuestos, pues a partir de ellos se construye el cuerpo doctrinal.

La idea de la democracia como método para obtener conocimiento dentro de una doctrina no es válido en la definición de la doctrina, esto es, no funciona como criterio de verdad. Tampoco el diálogo: o aceptas y perteneces, o no aceptas y estás fuera.

La Doctrina Católica.

La Doctrina Católica no parte de supuestos, como otras doctrinas, sino de verdades reveladas, que son ciertas porque las ha dado a conocer al hombre, Dios mismo. En este caso el conocimiento es cierto sin discusión. Lo que hacen los estudiosos de la religión (exégetas, teólogos) es analizar los contenidos para obtener el máximo provecho de sus enseñanzas. No se cuestionan los dogmas. Las interrogantes que surgen en su proceso de estudio, se interpretan a la luz de las fuentes de Revelación: las Sagradas Escrituras y la Tradición. Su concordancia con estas fuentes es el criterio de verdad.

El método de investigación siempre será deductivo: a partir de las verdades reveladas, generales, se deducen las particulares. Nunca una verdad particular podrá exceder ni contradecir a la verdad revelada.

Un cambio en la doctrina implica una exclusión de la misma. Interpretado a la luz de la misma doctrina, se trataría de una herejía. Desde luego, pueden cambiar algunos aspectos de orden práctico, accidentales, relacionados con el apostolado o lo pastoral, pero no en lo esencial.

La Doctrina Católica no sólo contiene dogmas (verdades que hay que creer) sino también un apartado normativo: la Moral, y además del Culto, que incluye los Sacramentos, medios para la salvación. Pero siempre la Moral y el Culto están ligados y normados por el dogma, de allí que los cambios en estas áreas afecten, en mayor o menor grado, al dogma.

Las verdades que un católico debe creer están sintetizadas en el "Credo", llamado también Símbolo de los Apóstoles.

La idea de la democracia y las votaciones está fuera de lugar en la Doctrina Católica, porque la verdad no depende del número de creyentes, sino de la verdad revelada. Y es verdadera porque es enseñada por Dios. Haciendo una analogía con la frase de San Pio X, una verdad lo es, aunque nadie lo crea; una mentira es falsa, aunque todos la crean. Nada tiene que ver con el consenso democrático.

El diálogo también es irrelevante. No sirve como criterio de verdad. Puede ser utilizado, como ya se dijo antes, en una fase de recogida de información o de toma de decisiones, pero nunca para hacer cambios en la doctrina y generar nuevas verdades.

La Sinodalidad.

El Vaticano ha elegido esta vía para realizar el trabajo eclesial. El Arzobispo Edgar Peña Parra (Vatican News, 2022), sustituto de la Secretaría de Estado, en una conferencia celebrada en el Instituto Superior de Derecho Canónico de la Universidad Católica de Lisboa, Portugal, que tuvo como título: "Sinodalidad y comunión en el Magisterio del Papa Francisco: una interpretación a la luz del Derecho Canónico", expresó una visión de esta modalidad:

...Francisco describe la sinodalidad como "el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio... como "una dimensión constitutiva de la Iglesia". Esto implica "una comprensión más específica del propio ministerio jerárquico": si la Iglesia es un continuo caminar juntos, "dentro de ella nadie puede ser 'elevado' por encima de los demás". Por el contrario, en la Iglesia es necesario que alguien se "rebaje" poniéndose al servicio de sus hermanos de camino.

...Francisco utiliza "una imagen evocadora, comparando a la Iglesia con una pirámide invertida, donde la cúspide está por debajo de la base". Según el Pontífice, la Iglesia sinodal es "una Iglesia de la escucha, una escucha enraizada en el sensus fidei de la totalidad de los fieles", que "impide una rígida separación entre Ecclesia docens y Ecclesia discens.

Más adelante, Francisco (Ecclesia, 2022) declaró de manera tajante: La iglesia o es sinodal, o no es iglesia.

Esta descripción incluye varios aspectos relacionados con nuestro tema.

  • La idea de democracia, expresada tanto en el "caminar juntos", como en "la pirámide invertida" y en la participación de todos.
  • La idea del diálogo, manifestada en la escucha atenta y también en la representatividad la laicos en los sínodos.
  • Importantes cambios en la organización de la Iglesia, con una estructura más horizontal, distinta de la indicada por su Fundador.
  • Cambios en el contenido de la Doctrina, con el propósito de su actualización, que aunque en estos documentos no se enuncian, se presuponen. Además, muchas de las propuestas ya han sido publicadas.

No estamos afirmando que los sínodos no sean importantes para la Iglesia, pero su función es otra, más vinculada con la actividad de los Obispos y con el análisis de las mejores propuestas para atender a su grey. Dice el Código de Derecho Canónico (1983):

· El sínodo de los Obispos es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos, y ayudar al Papa con sus consejos para la integridad y mejora de la fe y costumbres y la conservación y fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, y estudiar las cuestiones que se refieren a la acción de la Iglesia en el mundo.

Conclusión

Comparando estas ideas con los principios gnoseológicos de ciencia, doctrina y religión, tenemos que concluir que la Sinodalidad no se ajusta a ninguno, excepto a la visión hegeliana y marxista de la ciencia, donde todo cambia necesariamente de una manera dialéctica y donde el diálogo es el método para avanzar en el conocimiento de una realidad, también cambiante.

Aunque no se discutió como tema, se ajusta también a una versión de la doctrina de la democracia, de la que la Iglesia Católica no participa. Algunos aspectos particulares:

  • Nos inquietan las actuales propuestas de la iglesia vaticana, que pretende obtener una nueva versión del Catolicismo por medio de los Sínodos, que no es otra cosa que una forma de democratizar la iglesia. Por definición, se trata de una herejía.
  • La Doctrina no puede cambiar. La verdad de la Doctrina Cristiana tiene su fundamento en la Revelación, cuyo sustento es la Sabiduría Divina. Por ende: no está sujeta al error ni requiere complementos en materia de fe.
  • La propuesta Sinodal coincide más bien con una concepción relativista marxista del conocimiento que por principios, es contraria a la Doctrina Cristiana.
  • Esta forma de analizar y cuestionar por parte de los Sínodos representa un serio peligro para la religión, pues alienta las desviaciones doctrinales.
  • Hay evidente contradicción entre la novedad Sinodal y la Doctrina ya establecida y dictaminada. Un ejemplo es que el mismo Sínodo, en esta interpretación, contradice la estructura jerárquica establecida para la Iglesia. Según Faría (1963, 135) una cualidad de la Iglesia es su invariabilidad, que consiste en la conservación sin cambios del Dogma, la Moral, los Sacramentos y la organización interna.

Referencias

Asti Vera, Armando. 1969. Metodología de la investigación. Kapelusz. Buenos Aires.

Barbedette, D. (1976). Crítica o teoría del conocimiento. México. Tradición.

Ecclesia. 04 de agosto de 2022. El Papa Francisco: "La Iglesia o es sinodal o no es Iglesia". https://www.cope.es/religion/hoy-en-dia/vaticano/noticias/papa-francisco-iglesia-sinodal-iglesia-20220804_2231225

Faría, R. (1963). Curso Superior de Religión. Bogotá: Librería Voluntad.

L'Osservatore Romano. 11 de mayo de 2022. Peña Parra: La sinodalidad según Francisco y el camino del tercer milenio. Vatican News. https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2022-05/pena-parra-sinodalidad-francisco-camino-del-tercer-milenio.html

Santa Sede. (1983). Código de Derecho Canónico. https://www.vatican.va/archive/cod-iuris-canonici/cic_index_sp.html

Significados. Doctrina. https://www.significados.com/doctrina/

Universidad de Murcia. Guión del tema: el Estado democrático, sus principios, sus amenazas, sus modelos. https://www.um.es/sabio/docs-cmsweb/aulademayores/el_estado_democratico__sus_principios_amenazas_y_modelos.pdf

Vargas Montoya, S. (1990). Lógica e introducción al estudio de la filosofía. México. Porrúa.