LA PIEL DE UN SANTO

¡Vaya Tema! … Un Santo es una persona que ama a Dios sobre todas las cosas, y que está pendiente de sus actos y pensamientos para no ofenderle en nada, ni siquiera involuntariamente.
Se dice que, "la carne es la tentación más fuerte de un Santo", al grado que, por ejemplo, San Antonio Abad, la mortificaba rodando sobre la arena candente del desierto. Cada Santo, tiene una forma diferente de lidiar con este problema.
Un joven seminarista, acuciado por la carne, se confesaba con el más anciano Sacerdote de su comunidad y le preguntaba … "¿Padre, ¿cuándo pasará esto?" A lo que el beatífico anciano Sacerdote contestó … "Mira, lo que yo sé: 15 minutos después de la muerte". Así que, hay que mantener la vigilancia toda la vida, tanto viejos y jóvenes, es lo mismo; el veneno de la tentación no distingue edades.
Desde siglos pasados, hasta la actualidad, quien aspira a una vida de perfección en una comunidad religiosa, recurre en ocasiones a cintas de cuero o fajas con material áspero, llamado cilicio, como instrumento de penitencia para mortificar la carne; es igual para hombres y mujeres. Además de darle vuelta al pensamiento y no alternar, ni mentalmente, con el pecado. Decía un apologeta durante unos Ejercicios espirituales: "el pecado es un perro rabioso, pero está encadenado … ¡no te acerques más al radio de su cadena!
En la actualidad sigue siendo el mismo problema en la juventud y vejez de hombres y mujeres, la diferencia es que ya no se esfuerzan por poner a raya la carne, sino que fraternizan con ella. En la televisión, las redes sociales, el cine, o simplemente al salir a la calle, te encuentras la tentación, mujeres sin modestia, brevemente vestidas … Si volteas a verlas, malo y si no volteas, peor. Tanto indigna a las mujeres las miradas, como el ser ignoradas.
¡El pecado anda por todos lados! … Hay que buscar un blindaje de grueso calibre para resistir la violencia de la moda y evitar, ir al cine. El acoso constante de la tentación, sólo se combate con oración, por eso, es necesario hacer del diario vivir, una oración.
Es la mejor forma de enfriar al corazón y al cuerpo, mantener fresca el alma.
¡Este tiempo, tiene mucho de Sodoma y Gomorra! Por todos lados la tentación te asalta el alma.
¡El mejor enfriador portátil, siempre será la oración!
