LA "NUEVA ESCUELA MEXICANA": CON PASO FIRME HACIA EL SOCIALISMO

06.10.2022

A propósito del nombramiento reciente de Leticia Ramírez Amaya como titular de la Secretaría de Educación, se anunciaba la implementación piloto del nuevo modelo educativo, conocido como la "Nueva Escuela Mexicana". En su diseño se incorporan aspectos esenciales como un modelo no basado en competencias o mediciones, pero sí idealista, humanista y solidario.

Estamos hablando a cuatro años de iniciado este gobierno, y apenas tendríamos dos más para probar su viabilidad e instrumentarlo en toda la nación. Pero el modelo de la "Nueva Escuela Mexicana" no está completo: falta el desarrollo de un programa para formar maestros bajo este enfoque, los libros de texto, y los apoyos pedagógicos necesarios para directivos y profesores, además de afinar los sistemas para administrar los recursos humanos y materiales.

Pareciera que estamos fuera de tiempo para experimentos de este tipo. Y de hecho, sí lo estamos. Pero este gobierno apuesta por la continuidad. Y ciertamente, este modelo estaría trabajando más o menos completo hasta el siguiente sexenio.

Pero su diseño tardío y las improvisaciones que hemos visto en estos años denotan que el programa educativo no era un de las prioridades del entonces candidato, Andrés Manuel López Obrador. Sí lo eran los programas de asistencia social, especialmente los apoyos y becas en efectivo; la seguridad, con la creación de la Guardia Nacional; y el combate a la corrupción.

Ahora, la "Nueva Escuela Mexicana" tiene puesta la meta en convertir a nuestro país en uno más entre el número de las naciones que sufren con este sistema.

Algunos puntos básicos de la "Nueva Escuela Mexicana" son:

Cambio de énfasis, del individuo a la comunidad.

Las bases pedagógicas [1]son muy claras al respecto:

La importancia de la orientación humanista en el Sistema Educativo Nacional, radica en hacer hincapié en la ineludible dimensión colectiva de toda vida humana, es decir todas y todos formamos una comunidad de seres humanos que se vinculan entre sí; mediante el reconocimiento de su existencia, de su coexistencia y la igualdad con todos los demás.

[1] SEP. La Nueva Escuela Mexicana: principios y orientaciones pedagógicas. Recuperado de: https://dfa.edomex.gob.mx/sites/dfa.edomex.gob.mx/files/files/NEM%20principios%20y%20orientacio%C3%ADn%20pedago%C3%ADgica.pdf 

Se habla de una orientación humanista, y pareciera que con eso se resuelven los problemas relacionados con la dignidad humana, los valores y la moral; pero no es así. Las corrientes humanistas son tan variadas que van desde el Naturalismo puro, al estilo de Rousseau, hasta el Humanismo cristiano, de Gabriel Marcel o Jaques Maritain, pasando por el Individualismo acendrado de los sistemas capitalistas. En el documento oficial citado se habla de un Humanismo centrado en la comunidad, en la dimensión colectiva de toda vida humana. Parece que debemos entender este Individualismo desde una perspectiva socialista.

El Humanismo, como término denotativo, sólo se refiere al hombre, pero no a su naturaleza. En el citado texto solo se mencionan la conciencia social, los valores cívicos y la dimensión cultural. Pero no se habla de su libertad y de todo aquello que nos hace libres; ni siquiera aquello que con el esfuerzo personal nos puede llevar a tener mejores condiciones de bienestar, especialmente para la familia.

El cambio de una educación centrada en la persona a una centrada en la sociedad es más relevante de lo que parece. Cierto es que la Educación es un fenómeno social, y que su finalidad tiene que ver con el progreso o mejora individual y social, pero el énfasis en el alumno no sólo denota la necesidad de atender sus necesidades particulares, sino que establece el punto de partida de la mejora social: en la medida en que los individuos sean mejores, en esa medida progresa la sociedad.

Aún más. La dimensión moral de la sociedad sólo puede entenderse en el contexto de la responsabilidad personal. Las personas, individualmente, tenemos que dar cuenta de nuestras acciones, requerimos formar nuestra conciencia moral, que es la que nos permite ser dignos de mérito o de reproche. Por lo contrario, la responsabilidad moral centrada en la sociedad diluye el compromiso individual y finalmente conduce a la mediocridad.

Eliminación de la propiedad privada.

Como regla general, todos los bienes pertenecen al Estado, con la idea de que éste los reparta equitativamente entre los grupos y miembros que integran la sociedad. La propiedad privada tiende a desaparecer, o se reduce a un mínimo no significativo.

En este gobierno socialista ya vemos como el Estado está impulsando la educación pública, aún la educación superior, donde normalmente la participación de los particulares es relevante. Desde el siglo pasado, y a partir de los gobiernos socialistas que tuvimos en las primeras décadas, la educación básica fue dirigida y administrada por el Estado. Pero la tendencia es que se extienda a todos los niveles educativos.

Ya se empezó con el sistema de "Universidades para el Bienestar Benito Juárez García"[2] (UBBG), que funcionan en toda la República, cuya educación no solo es gratuita, sino que los estudiantes reciben un apoyo bimestral de $4,800. Estas universidades -poco más de 120- ya son administradas directamente por el Gobierno central y lo que sigue es fortalecer el resto de las universidades públicas, en la medida en que se logre un sistema para su control.

Poco a poco se irá contrarrestando la influencia de la universidad particular, hasta que se vuelva insignificante o desaparezca.

[2] Universidades para el Bienestar Benito Juárez García. Recuperado de: https://ahorasipaso.com/universidades-para-el-bienestar-benito-juarez-garcia/  

Justicia social.

Hay una diferencia muy importante en el concepto de Justicia Social emanado del Socialismo, respecto al que conocemos, originado en la Cultura Occidental -fundamento del Derecho- . En el primero (Socialismo), la justicia se expresa en la equidad, repartir la riqueza entre todos, de manera equitativa. De esta manera las diferencias tienden a desaparecer. Por eso los médicos, maestros, obreros, etc., ganan lo mismo, con pequeñas diferencias debidas a factores externos.

En la Cultura Occidental se entiende la Justicia como dar a cada quien lo que le corresponde, según sus necesidades y su esfuerzo. De esta manera, quien trabaja más, gana más; quien arriesga más, tiene la posibilidad de ver compensada su iniciativa. Este sistema considera injusto que se le pague lo mismo a una persona que no se esfuerza en hacer las cosas bien, que otra que está comprometida con las metas de su institución, y como tal se esfuerza por alcanzar sus metas estratégicas.

Por experiencia, la misma recompensa para todos, no sólo es injusta, sino crea personas conformistas.

Ya en la educación, esta situación creará un sinfín de problemas cuando se trate de aplicar al Magisterio, pues los sueldos actuales están diferenciados según la experiencia, el grado de estudios y los logros.

Esta es una de las razones -además de las políticas- por las que desapareció el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), que tenía como meta elevar la calidad evaluando y distinguiendo las buenas de las malas escuelas y los buenos de los malos profesores. Desde luego, la asignación de recursos premiaba los mejores desempeños.

El Estado como productor y proveedor.

En los sistemas socialistas los medios de producción son controlados por el Gobierno, que también se convierte prácticamente en el único proveedor de las personas y grupos sociales. Ya lo estamos viendo en estos años del Gobierno de AMLO. Las empresas creadas y administradas por el gobierno empiezan a aparecer por todos lados: desde el fortalecimiento de PEMEX hasta la creación del Aeropuerto Internacional "Felipe Ángeles" (AIFA) y el Tren Maya, así como las minas de litio.

Respecto a la Educación, es cierto y necesario que el Estado regule el sistema educativo, pero esto no quiere decir que tiene que ser el propietario y administrador de todos los centros. La participación de los particulares siempre será valiosa y es un instrumento para elevar la calidad de la educación en general.

Los programas de asistencia social del gobierno de AMLO, además de los fines políticos (generar compromisos en términos de votos) tienen también como finalidad acostumbrar a los usuarios a ver al Estado como proveedor. En la asignación de los apoyos monetarios en forma de becas o programas de asistencia, prácticamente se otorga a todo el que lo solicita, independientemente de si es el candidato idóneo para recibirlos. A todos igual. En la práctica vemos que los verdaderamente necesitados no son candidatos, en cuanto no tienen ni un domicilio no una identificación formal.

CONCLUSIONES:

Con paso firme hacia el socialismo. Es la propuesta de la "Nueva Escuela Mexicana".

Quedan muchas aristas para analizar: el bien común, la desaparición de las clases sociales, el poder centrado en el Estado, en cuanto que es quien decide la agenda política, la desaparición de la oferta y la demanda, etc.; pero ahora presentamos algunas de las más importantes para la Educación.