LA BELLEZA

13.06.2022

El concepto de belleza se debate desde la antigüedad clásica y ha variado a través de la historia ... pero el fundamento de la misma no ha cambiado. La belleza es y será un concepto, una cualidad en una cosa, objeto o persona que nos produce un placer intenso en el espíritu ... es el esplendor de la forma a través de la materia.

Desde la Filosofía se define desde el punto de vista metafísico, que nos permite percibir momentos de epifanía, tanto por las personas como en las cosas. Son instantes en las que captamos una revelación repentina al contemplar un rostro, un cuadro, escuchar un concierto o reflexionar sobre una verdad natural o sobrenatural.

Platón en el siglo IV a.C., equipara la belleza a la verdad y llega decir que la belleza es el objeto propio del amor. El hace cinco consideraciones sobre el tema: Es lo conveniente, lo útil, lo que es bueno, lo que da placer a la vista y oídos y la grata utilidad.

Es bello lo que es valioso por sí mismo, nos agrada y nos proporciona placer. Cada uno de estos conceptos es válido y son la génesis en el pensamiento griego sobre la Estética que se desarrolló tan rápidamente que, en el mismo siglo, llegó a la cúspide de su comprensión y aplicación.

El Siglo de Oro o Siglo de Pericles. Grecia llegó a concebir a la belleza hasta sus últimas consecuencias, y aplico al arte las técnicas adecuadas para escalar la cima. Sin duda, ante la concepción hierática de los egipcios y culturas circunvecinas, el arte griego movió en la figura humana la cintura y dio un paso hacia adelante.

La regla o vara para medir en Grecia, se le llama canon (´Kanon). A la idea del cuerpo perfecto se le atribuyen algunas características de este canon.

El canon de belleza de la antigua Grecia se basaba principalmente en la armonía y las matemáticas. La simetría era el símbolo de la belleza y perfección.

El escultor Polícleto, el viejo, desarrolló el ideal de belleza conocido como "el canon de siete cabezas". Para él, la altura perfecta de una figura humana era de siete veces la altura de la cabeza. Su fama principal venía de sus estatuas de ganadores de los Juegos Olímpicos (360 a.C.). Es el más importante escultor de la antigüedad clásica, junto con los famosos Phidias, Mirón y Cresilas. Fue el primero que escribió un tratado (canon) sobre la escultura y cómo debía solucionarse; intentó representar la figura humana en su máxima perfección y plenitud, persiguiendo la máxima belleza y armonía, como en su obra más celebre "el Doríforo".

Unos cien años después (siglo IV a.C) de que Polícleto fijó su canon, Lisipo, inspirado por su predecesor, modificó el canon de proporción para la representación del cuerpo humano, y era parte de los tres grandes escultores de la segunda fase del clasicismo: Praxíteles y Escopas.

Fue el escultor oficial de Alejandro Magno. Su trabajo se caracterizó por proporciones más delgadas del cuerpo: redujo el tamaño de la cabeza y alargó las extremidades, dejando el canon en ocho cabezas. Su alumno Cares construyó el "Coloso de Rodas".

Lisipo llevó el arte a la transición, al Período Helenístico. Toda esa pléyade de grandes artistas griegos son consecuencias de la guerra. Durante la segunda Guerra Médica, tras la derrota espartana en las Termópilas, el viejo templo conocido como el "Pre-Partenón" en la colina de la Acrópolis, fue dañado por Jerjes en 480 a.C. durante el incendio de Atenas. Contenido el avance, concluye medio siglo de guerra. En este período entre los años 480 y 430 a.C. es cuando la democracia ateniense alcanza su cima. Y se forja una de las bases de la civilización europea. Pericles, idealista y práctico, tan versado en arte y filosofía se servía de éstos para sus fines políticos.

Bajo la supervisión de Phidias, los arquitectos Ictino y Calícatres, levantarían en el lugar del viejo templo, el monumental edificio de "Atenea Partenos", el más ambicioso monumento de la antigüedad clásica y prototipo de belleza, armonía y tan idealizada por Pericles. Fue tan reconocido este edificio que, en el futuro, durante el período 1700-2000, toda ciudad que se tenga como tal, debería reproducir en alguno de sus edificios públicos, una muestra inspirada en este monumento.

La construcción del monumento, realizada exclusivamente en mármol blanco procedente del monte Pentel, fue encargado por Pericles como agradecimiento de la ciudad a los dioses por su victoria contra los persas. Se acondicionó el edificio para albergar la imagen de Atenea Partenos, bajo las órdenes de Phidias. una colosal estatua del titular del templo, de casi doce metros de altura y elaborada con oro y marfil. Es difícil darse una idea de la belleza arquitectónica y escultórica del Partenón. Describirla es casi imposible, pero si ustedes viajan a Nashville Tennessee en EE.UU., tendrán la experiencia más inolvidable de su vida al contemplar el Partenón en una réplica maravillosa para conmemorar el Centenario de Tennessee a la Unión de este Estado, a Estados Unidos. Se construyó en 1897 como pieza central de la exposición. Esta primera versión del edificio estaba construida en escayola, madera y ladrillo, ya que el edificio iba a ser desmontado una vez terminada la exposición en el Parque del Centenario. Por su realismo, la ciudad de Nashville decidió conservarlo. Así, en 1920 el monumento fue demolido y en su lugar se construyó una segunda versión construida en hormigón, mucho más estable y fiel al Partenón original.

Numerosos especialistas estudiaron minuciosamente el Partenón de la Acrópolis de Atenas y los mármoles de Lord Elgin, que se encuentran en el Museo Británico, realizando reproducciones en yeso de los mismos que son moldes de las esculturas originales. Además, esta versión incluye una decoración policromada igual a la que poseía el monumento original. Esta réplica es un homenaje al Partenón considerado la cumbre de la arquitectura griega clásica.

La estatua de Atenea Pártenos, creada en 1990 por Alan LeQuire, es el centro del Partenón de Nashville, a imitación de la que debió estar en el Partenón original de la antigua Grecia, creada por el escultor griego Phidias.

Si van a Atenas, Grecia, el ambiente de la Acrópolis tiene la magia del enclave que, aunque está en reconstrucción desde hace años por una fundación japonesa; los trabajos van muy lentos ... Pero en Nashville podrás contemplar el Partenón en toda su belleza y esplendor.

Hay que aclarar, que en el siglo VI d.C. el Partenón se convierte en un templo cristiano. Después de la conquista otomana es convertido en una mezquita, en 1460. En 1687 un depósito de munición turco estalla al interior del edificio por causa de un bombardeo veneciano. La explosión daña severamente el edificio, el conjunto y sus esculturas. Lo que observas en el altiplano de la Acrópolis es sólo el vestigio de que fue el edificio más perfecto construido por el hombre hace más de 2400 años.

¿Por qué nos extendimos con este monumento tantas páginas? ... Por la sencilla razón de que "todos somos griegos" ... Es una frase de un escritor inglés que enunció, para significar que Occidente y los árabes derivaban sus valores de la civilización que se formó en Grecia ... y que es el ejemplo más bello del genio de los hombres.

Sin el esplendor de los griegos, el concepto de belleza sería otro en Occidente. Pero ¿qué misterio encierran los cánones griegos? ¿Por qué se han admirado tanto y conservan su vigencia? ... El descubridor de este misterio fue Euclídes, luego Pitágoras y por fin los arquitectos, escultores y artistas griegos ... ¡Es nada menos que la Proporción Aurea! ... Ésta es un elemento que se encuentra en la naturaleza y sin darnos cuenta de él, consideramos bellas las cosas o personas.

En el año 1202 d.C., Leonardo Pisano, también conocido como Fibonacci, fue un famoso matemático italiano que se dedicó a divulgar por Europa el sistema de numeración árabe (1,2,3 ...) con base decimal y con un valor nulo (el cero). Pero el gran descubrimiento fue "la sucesión de Fibonacci" que, dio lugar para entender la proporción áurea en el arte.

Se trata de una serie numérica: 0,1,1,2,3,5,8,13,21 etc. Es una serie infinita en la que la suma de dos números consecutivos siempre da como resultado el siguiente número (1+1=2 ... 13+21=34).

La relación existente entre cada pareja de números consecutivos (es decir, si dividimos cada número entre su anterior) se aproxima al número áureo (1.618054 ...). Esta proporción de 1 a 1.618 se representa en un rectángulo de 1 de alto por 1.618 de largo y a este rectángulo se le denomina el Rectángulo dorado. Éste tiene como característica que en la naturaleza se encuentra en la proporción de una flor, un árbol, en una galaxia, en el ser humano. El secreto de la proporción de un hombre o mujer perfecto va de acuerdo en que sus medidas físicas estén acordes con esta "divina proporción".

Por ejemplo, un brazo humano perfecto mide: 1 el brazo y .618 el antebrazo; en la mujer, la medida de la cintura es .618 y la cadera, 1; en la mano, la palma es 1 y en los dedos es .618 y así sucesivamente. En arquitectura, el rectángulo áureo domina en todas las partes del edificio. En la actualidad esta proporción se encuentra desde en una tarjeta de crédito, hasta en el edificio de las Naciones Unidas.

Muchos artistas del pasado, que no conocieron la "divina proporción", ejecutaron sus obras maestras con la intuición. O sea, para que la belleza de un objeto, cosa, pintura, estatua o persona sea perfecta se aplicó la "divina intuición", una armonía que viene impresa en el ADN de la gente. Es de esta forma que la persona más rústica tiene la capacidad de apreciar la belleza. El hombre recordaremos esta hecho a la imagen y semejanza de Dios.

La proporción áurea se representa con la letra phi del alfabeto griego, en honor de Phidias, el gran escultor del Partenón. Pero este maravilloso sueño de los griegos terminó con la guerra del Peloponeso. (431-404 a.C)

Tucídides por el bando ateniense, nos narra en su historia que lo que no consiguieron los ejércitos de Jerjes en las batallas de Termopilas, Salamina y Platea, lo lograron medio siglo después los propios griegos al ensalzarse en una devastadora guerra civil entre Atenas y Esparta. Adiós al esplendor intelectual, artístico y político de Pericles, Phidias, Sócrates y Esquilo por la violencia que siguió a la colisión entre Atenas y Esparta, dos modelos opuestos. "La democracia ateniense y la monarquía militarizada espartana, toda una tragedia humana para la belleza".

En el siglo II a.C., el mapa político de Grecia cambia por completo. Roma, señora indiscutible del mediterráneo occidental con sus legiones romanas, entran definitivamente en toda Grecia.

Los romanos sentían veneración por aquel pueblo tan creativo y oficioso y no sólo eso, la arquitectura y la escultura romana trataron de imitar el sentido estético griego y el carácter utilitario y funcional que sus obras requerían. Son ejemplos admirables el "Coliseo Romano", el "Arco Septimio Severo", el "Panteón de Agripa", el "Mercado de Trajano" y el "Acueducto de Segovia", todos ellos con un acusado gusto colosal y magníficamente construidos

La belleza no está ajena a la visión romana pero la influencia griega era evidente. Mientras los griegos escudriñaban las últimas consecuencias del ser, los romanos establecieron el Derecho para organizar la vida pública de Roma. Grecia era una suma de ciudades estado (polis), mientras que Roma era un Imperio. Este Imperio fue la cuna del cristianismo, fue la simiente del Orden Romano. Su caída en el rango político ayudó a la conservación de las instituciones que fueron heredadas a la Iglesia Católica. La belleza moral de su mensaje cautivó a vencedores y vencidos y cambió la óptica de la belleza. Así, el Cristianismo conquistó el imperio y ya no fue una conquista territorial sino una conquista celestial.

En plena caída del Imperio Romano de Occidente surgió un gigante en el norte de África en una antigua ciudad de Numidia a la orilla del río Ubus (Argelia), convertida en colonia por los romanos. Me refiero a Hipona, y al gigante, a San Agustín. Él fue el pensador más destacado e influyente de los primeros años del Cristianismo. Su Estética es una mezcla del pensamiento de los griegos y el propio, de estas ideas se derivan las corrientes estéticas medievales. Aunque escribió todo un tratado dedicado a los problemas de la belleza: De pulchro et apto. San Agustín considera lo bello como la realidad, y por lo tanto sostiene que en el mundo reinan la proporción, la medida y el ritmo, pues el mundo es creación de Dios. Sin embargo, no siempre la percibimos, porque la razón no abarca la totalidad de la belleza del mundo, aunque considera más importante la belleza espiritual. La verdadera belleza del alma está en el orden y la unidad, alcanzables sólo mediante la razón.

La belleza Suprema es Dios, pues es belleza en sí misma, y esa belleza en sí misma, eterna, absoluta, es perceptible a través del alma. La belleza corporal es un medio, un símbolo de la belleza divina, pero puede llegar a desviar la atención de lo realmente bello.

Desde la Grecia clásica, la triada que resume los grandes valores de la humanidad es el bien (bondad), la verdad y la belleza. Eso nos dijo Platón en su obra "El Banquete":

"Si por algo merece la pena vivir es por contemplar la belleza".

Tenemos que entender que lo que Platón entendía por belleza no es igual a lo que entendemos hoy. Para nosotros lo bello está relacionado con "Aquello que da placer a la vista, al tacto, al oído, al gusto y al olfato, en una palabra, a los sentidos". Sin embargo, para Platón, eso sería apenas una parte de la belleza. Para Platón, lo más hermoso que un ser humano puede contemplar es la sabiduría.

Por lo tanto, la belleza iba más allá de los valores estéticos; incluía también los morales y cognoscitivos, al igual que el bien. De la misma manera para el pensamiento platónico la belleza era buena y verdadera, por lo tanto, la triada era indisociable. No era posible un valor sin el concurso de los otros. La suma de los tres valores estaría en la sabiduría. Este es el pensamiento precristiano de Platón referente a la belleza ... Pero el de San Agustín, ya es un pensamiento cristianizado. En sus Confesiones habla amorosamente de la Belleza increada:

¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé!

Tú estabas dentro de mí, y yo fuera, y por fuera te buscaba, y deforme como era, me lanzaba sobre cosas hermosas por ti creadas.

Tú estabas conmigo; y yo no estaba contigo. Me retenían lejos de ti todas las cosas, aunque, si no estuviesen en ti, nada sería.

Esta confesión íntima nos rebela a un San Agustín que es puro amor ... y lo hace exclamar: Ama y haz lo que quieras: si callas, calla por amor; si gritas, grita por amor; si corriges corrige por amor; si perdonas, perdonas por amor ..., La medida del amor es amor sin medida.

Platón y San Agustín dominaron en el Alto Medievo, dando fruto tan hermoso como el estilo Románico, con una base filosófica de Platón y su idealismo.

Sí en el Románico destacó San Agustín, en el Gótico, destacaron Santo Tomás de Aquino y el nacimiento de las universidades europeas.

En la Summa Teológica, Tomás de Aquino defiende lo bello como aquello que agrada la vista, es decir, como aquello cuya contemplación agrada. Para Santo Tomás, existen tres tipos de belleza:

  • Belleza inteligible: (vinculada con la verdad y bondad moral). En este sentido, la fealdad (que se definirá como privación de la belleza) se identifica con el error, la ignorancia, el vicio y el pecado.
  • Belleza natural, que procede de la naturaleza de las cosas.
  • Belleza artificial, que podemos encontrar en las obras humanas. Así, existe un modo de práctica que es el Arte o las Bellas Artes, cuyo propósito es la producción de obras bellas.

Este pensamiento de Santo Tomás de Aquino se desborda en ideas de Aristóteles, el gran maestro griego, los cristianiza y nos entrega un monumento de sabiduría: La Summa Teológica, que es un tratado de Teología escrita entre 1265 y 1274 por este filósofo, teólogo, escolástico y Doctor de la Iglesia, en la primera parte trata:

1) de Dios: de la esencia divina,

2) de las pruebas de la existencia de Dios,

3) de la Santísima Trinidad.

En la segunda parte, trata del movimiento hacia Dios de las creaturas dotadas de razón, es decir, Moral.

Todo lo trata Santo Tomás con el método escolástico, que es el resultado de la unión del pensamiento filosófico y del pensamiento teológico, para comprender y explicar las revelaciones sobrenaturales del Cristianismo. Es decir, la Summa Teológica es un compendio del Catecismo en forma de suma de todas las enseñanzas teológicas de la Iglesia Católica.

Su impacto en la cultura hace de Santo Tomás y Aristóteles, los conformadores del esplendor del Medievo y de las bellas catedrales góticas que son la Summa Teológica cinceladas en piedra.

La Civilización Cristiana Occidental marca el fin de su apogeo, en el siglo XV y siglo XVI, con la irrupción del Humanismo. Así da inicio el Renacimiento que fue un amplio movimiento cultural, un período de transición entre la Edad Media y la Edad Moderna.

La principal característica del Renacimiento radica en el impulso de la secularización de la sociedad. Se llama secularización a la transformación de una sociedad organizada en función de la Doctrina de la Iglesia Católica, a una sociedad con intereses diversificados y ajenos a la misma; es decir, a la posibilidad de cultivar y promover el conocimiento entre los sectores civiles, fuera del dominio eclesiástico.

Esto trajo consigo un "libertinaje" en las ideas filosóficas, ya que un cambio tan radical, al pasar de un Teocentrismo a un Antropocentrismo, dio un vuelco radical sobre las reflexiones de la esencia, las propiedades, las causas y los efectos de los seres naturales, especialmente sobre el hombre y Dios. Al quitar a Dios como el centro de la vida del hombre y poner al hombre en lugar de Dios, la humanidad sufrió una terrible revolución.

Esta aberración filosófica hizo, del progreso del pensamiento católico, un retroceso para perder la experiencia de casi 1000 años en sus esfuerzos para comprender la Revelación y dio pie al nacimiento de muchas posturas erróneas individuales que tuvo que combatir la Iglesia llamándolas herejías.

Este destronar a Dios del centro mismo de la vida cristiana fue el inicio de las grietas en él sólido edificio del Orden Romano. Curiosamente estas nuevas ideas promovidas, por el Humanismo renacentista sólo tuvieron efecto a largo plazo en lo referente a la belleza. En lo político, social y económico, el Humanismo dio grandes pasos, pero en el arte no varió de momento la idea, pero sí influyó en la concepción plástica y técnica de hacer y concebir obras de arte. Los grandes artistas del Renacimiento lo hicieron de la mano de Dios y el patrocinio de la Iglesia de los cristianos. Impregnados de Antropocentrismo, los artistas del Renacimiento optaron por lo profano.

El Renacimiento nació reivindicando ciertos elementos de la cultura clásica griega y romana y retomó el antiguo Humanismo grecoromano. A partir de entonces se fue transformando con los cambios espirituales provocados por el desarrollo social e ideológico: los principios propugnados por la Reforma Protestante y Contrarreforma Católica, y más adelante (s. XVIII), la Ilustración y la Revolución Francesa.

Esta rebelión espiritual contra el Orden Romano fue fomentada por los enemigos ocultos de la Iglesia y los ambiciosos que envidiaban la prosperidad de la Iglesia.

El Humanismo, fundamentalmente ideológico, tuvo asimismo una Estética impresa paralela, en nuevas formas de letra, como la redonda, conocida como "letra humanística", sustituyendo a la letra gótica medieval.

La "humanitas" significaba filantropía, amor a nuestros semejantes pero opuesto al Teocentrismo de la cultura clerical del Medievo. Perseguía una formación íntegra del hombre en todos los aspectos, fundadas en fuentes clásicas grecolatinas que se consideraban un modelo de conocimiento más puro que el debilitado de la Edad Media. Para ello, las humanistas imitaron el estilo y el pensamiento grecolatino: la llamada imitation ciceroneana, como modelo de toda cultura clásica, propugnada por Erasmo de Rotterdam.

Los mecenas se pusieron de moda, acogiendo en sus palacios a multitud de intelectuales, por su aprecio al saber antiguo, sobre todo en los que venían huyendo de Constantinopla asediada por los turcos. El Renacimiento se expandió a través del invento de la imprenta.

Con el Renacimiento, los valores superiores de lo santo y religioso se rebajaban al disvalor de lo profano y sacrílego. La muestra la tenemos en un cuadro de Tiziano, pintado en 1515, llamado "Amor Sacro y amor profano", también llamado "Venus y la doncella". Es una escena alegórica influida por la concepción neoplatónica renacentista, según la cual la belleza terrenal es un reflejo de la belleza celestial y su contemplación es un preludio de su consecución ultraterrena. Es una respuesta al inquietante cambio del Humanismo.

La glorificación de las personas en el Renacimiento deja a un lado a las tres divinas personas, es decir, la glorificación de Dios, que es el sentido de todo orden moral.

Por otro lado, el Renacimiento estimuló la imaginación de los grandes artistas de su tiempo, al servicio del Orden Romano que respondió con la Contrarreforma en 1545.

De esta forma surge el mecenas renacentista católico conocido como el Papa Julio II, que reta a Miguel Ángel a pintar el techo de la Capilla Sixtina, siendo conocido como un escultor que, echando mano de su gran conocimiento de la figura humana y sus cánones griegos, arremete el encargo del Papa y surge la versión artística de Miguel Ángel sobre los misterios de la Creación.

Rafael Sanzio de Urbino, al igual que Miguel Ángel, fundamenta la belleza en "una armonía de proporciones", introduciendo así, al hombre como un ser hecho en base de proporciones, basado en el "hombre de Vitruvio" de Leonardo Da Vinci, no muy lejano del canon de Polícleto y Lísipo.

Es contradictorio que el Humanismo haya desarrollado la pintura y la escultura a niveles no vistos en la historia de la humanidad, pero ya había hecho daño a la Filosofía Política y al orden social. No es ajeno que el principal "cliente" de los artistas del Renacimiento seguía siendo la Iglesia Católica.

El siguiente movimiento artístico que surgió después del Renacimiento fue el Barroco; fue el tiempo de la apariencia y coquetería; era el arte de la fastuosidad.

En las pinturas barrocas encontramos la proliferación del uso y abuso de perfumes, carmines, lunares, corsés, encajes y ropas suntuosas, zapatos de tacón, espejos, joyas, pomposidad y peinados. No en vano nació la palabra "maquillaje" que muchas veces es sinónimo de truco y engaño. El ideal de belleza era artificial, de la misma forma que en la sociedad barroca.

En la composición artística, la pintura y escultura dieron un gran paso en el movimiento. La vorágine del Barroco atrapó los cuerpos y los pone en movimiento, no así la temática; se humanizó demasiado y hasta los asuntos más pueriles fueron temas en el Barroco.

Los siguientes movimientos artísticos demeritaron el oficio, el contenido y la ejecución y fueron a menos hasta la aparición del Neoclásico. Este movimiento surge después de la Revolución Francesa, como forma de rescatar el viejo orden anterior a la tragedia social, y volvieron los antiguos cánones, la sobriedad y la seriedad temática.

Surgen figuras como Louis David, Ingres y Delacroix; la pintura francesa toma la batuta y la impone en todo el mundo. La arquitectura revive la visión colosal de los arquitectos griegos y todo edificio civil debe poseer esa visión.

Grandes fueron las pérdidas en aras de la libertad, la fraternidad y la igualdad. El arte quedó huérfano al divorciarse de la Academia y cualquier adherido al manifiesto modernista, se sentía artista y se elevó en el altar de la razón a lo feo, al antivalor estético que jura que la fealdad es belleza. Lo feo toca el lado desagradable y sucio del humano; la fealdad fascina desde entonces. Lo que antes era considerado una aberración de la naturaleza y asociada a una depravación moral, ahora se exhalta.

Conclusión. En realidad, lo bello es plenitud, lo feo carencia y en la actualidad, lo superfluo, lo artificial, es carencia; estamos en manos de la fealdad, volvamos al buen sentido del arte que es el generador de la belleza. Se nos ha querido imponer que lo feo es bello, o cuando menos, "simpático", ejemplo de esto es el personaje de "ET" .

Siempre habrá quien aprecie la belleza; lo bello es y siempre ha sido bello ... lo llevamos en la sangre. Por más que traten de convencernos de lo contrario, el sentido común nos hará volver al buen camino. La naturaleza, el hombre y el universo son reflejos de la Suprema Belleza porque somos creados por Él.

Las artes plásticas: la pintura, la escultura, la arquitectura; las artes del espíritu: la música, la poesía y la literatura; las artes morales: la educación de los sentimientos, tienen un mismo origen: Dios y las podemos percibir por medio de las tres facultades del alma: memoria, inteligencia y voluntad.

Miren ... que belleza!!