Izquierda en Polonia impulsa aborto durante todo el embarazo
Entre los cuatro proyectos de despenalización del aborto que se están tramitando en el parlamento polaco, el de la izquierda permitiría que se puedan dar medicamentos a las mujeres para que aborten en el sexto y séptimo mes de embarazo. Y además, se permitiría abortar hasta el final si se alegan problemas de salud para la madre, que no se especifican. También se recuperaría el aborto eugenésico.
(Opoka/InfoCatólica) El proyecto de la Izquierda legalizaría todo aborto hasta la 12 semana de gestación. A la vez, suprime también las penas por complicidad en el aborto. Por tanto, facilitará la actuación a determinadas organizaciones que distribuyen píldoras abortivas. En este caso, hay un límite temporal: si los activistas dan las pastillas a una mujer en el sexto o séptimo mes y se produce un aborto espontáneo, no habrá sanción. A partir del séptimo mes, la sanción será solo económica. El activista que lleve a una mujer embarazada a un abortista que opere en la clandestinidad también quedará impune.
A su vez, tampoco será ilegal practicar un aborto hasta el momento antes del parto en caso de que corra peligro la vida o la salud de la madre. Desde la Fundación Vida y Familia, advierten que estaríamos ante un coladero que permitiría todos los abortos en cualquier momento del embarazo:
«Esta premisa indica así (utilizando un ejemplo basado en los principios de la hipérbole) que si se lleva a cabo un procedimiento médico que consiste, por ejemplo, en administrar sedantes a una paciente en avanzado estado de gestación (es decir, un procedimiento necesario para conjurar un peligro que amenaza la salud de la embarazada, ya que el estrés prolongado es malo para la salud) y este peligro no cesa (y la paciente está deprimida en relación, por ejemplo, con su miedo a criar a su hijo) será posible llevar a cabo una interrupción del embarazo (independientemente de su estado de gestación) y esto no constituirá un delito».
Otro cambio impulsado por la izquierda de la coalición gobernante es la reinstauración de la inconstitucional premisa eugenésica. Sería posible matar a un niño «cuando las pruebas prenatales u otros indicios médicos apunten a una alta probabilidad de defectos graves e irreversibles del feto o de una enfermedad incurable que amenace su vida». Esta disposición -aparte de permitir el asesinato de un niño enfermo- no define qué es una «alta probabilidad». Por ejemplo, ¿una probabilidad del 30% de padecer una enfermedad es mucha o poca? ¿Qué enfermedad es «grave»? La premisa propuesta por la izquierda puede estirarse a voluntad. Así lo demuestra la práctica de la época en que estaba en vigor una legislación similar. La causa más común de aborto entonces era el síndrome de Down. Además, como en el caso de la complicidad, aquí no se especificaba ningún plazo. Por tanto, el aborto quedaría impune hasta el parto.