ENTRE "OIDORES" Y "VEDORES"

Era común, durante la Colonia, que en México se aplicara el mismo sistema jurídico de España.
El primer Gobernador del nuevo territorio conquistado fue Hernán Cortés como Capitán General, con título que llevara implícito el gobierno de tierras conquistadas. Las quejas de los poderosos, por lo general lo hacían en persona o un enviado del quejoso al Rey. Éste enviaría una figura que investigaba la queja y si había un abuso o irresponsabilidad por parte del encargado del gobierno, éste lo representaba.
El Oidor era alguien que escuchaba quejas y denuncias, y el Vedor era alguien a quien le constaba los hechos o las obras realizadas. Éstos hacían un documento que enviaban a la autoridad correspondiente y si había alguna responsabilidad, mandaba el Rey que se presentara en Madrid para un "Juicio de Residencia", donde en el caso de don Hernán, tuvo que presentarse en España para enfrentar acusaciones durante su gestión.
Todo el legajo lo armaban los Oidores y Vedores, que eran los oídos y los ojos del Rey, que no se iba con la finta y los enviaba para ser testigos y dar fe a favor o en contra.
Estas figuras se sostuvieron durante toda la Colonia y era una especie de justicia del Rey en contra del abuso y despilfarro.
Por cierto, don Hernán, estando en España para enfrentar su Juicio de Residencia, murió de una infección desintérica, cuando reclamaba las concesiones con el Reino.
¡Cuidado con Oidores y Vedores!