EL POETA ¿NACE O SE HACE?
La pregunta es si el poeta ¿nace o se hace?, es un debate clásico que no tiene una única respuesta, ya que se considera una combinación de ambas cosas. Si bien algunas personas pueden tener una inclinación natural o un talento innato para la expresión poética, la práctica constante, la dedicación y el estudio son fundamentales para el desarrollo y el perfeccionamiento de la habilidad.
Quienes sostienen la idea de que el poeta "nace", enfatizan el papel de un talento o una sensibilidad inherente. Se basan en la aptitud innata, en la sensibilidad personal o en la musa o el don divino. Expliquemos: algunas personas tienen una conexión inconsciente y natural con el lenguaje y el ritmo, lo que hace que la poesía fluya de forma más espontánea. Un poeta "nacido" a menudo posee una percepción única del mundo, una sensibilidad que le permite expresar emociones e imágenes de forma poderosa y conmovedora. Sobre la musa, es una visión romántica que se remonta a ala antigüedad y considera que la poesía es un regalo o inspiración de una fuerza superior.
En cambio, los que sostienen que el poeta "se hace", destaca la importancia del trabajo, la disciplina y la experiencia para dominar el arte. Los defensores de esta postura señalan que el oficio se perfecciona y que la experiencia nutre la obra. Es decir, la escritura es una habilidad que se mejora con la práctica constante y el estudio. Un gran poeta invierte años perfeccionando su voz y técnica. Por ejemplo, para escribir poesía profunda, es esencial leer ampliamente a otros autores, analizar la literatura de manera crítica y entender las diferentes teorías y reflexiones sobre el tema. Los poetas, en general, se forma a través de sus vivencias y del mundo que le rodea. Así, la poesía no sólo surge de un don sino también de observar la vida y conectar con las emociones humanas.
En resumen, un buen poeta es aquel que cultiva su inclinación innata a través del estudio, la disciplina y la constante búsqueda de la experiencia.
El Poeta se hace al nutrir y perfeccionar su arte a lo largo de la vida.