EL MACHISMO MUSULMÁN

17.01.2024

¿Quién no ha visto películas, leído libros o noticias sobre las diferencias culturales del mundo musulmán y el mundo occidental? Resulta que, con la migración de africanos, árabes y turcos a la esfera europea, – generada para debilitar la raza blanca europea patrocinada por George Soros, con las viejas ideas del plan Kalergi – ahora, están más que vigentes los conflictos humanos por estas dos miradas tan diferentes de ver la vida. En Europa, ya son comunes las relaciones entre estas dos visiones: mujeres europeas caen bajo el embrujo del macho musulmán … ya que, en ese continente, el árabe o turco musulmán tiene una imagen recia de ser atractivo, rico y galante. A las mujeres en cuestión … poco les dura el gusto, ya que al convivir salta a la vista la forma de ver a la mujer por parte de un musulmán.

Para empezar, la mujer es un objeto de adorno que produce hijos para mayor gloria de Alá, y debe estar sometida a la ley del Corán, que no la favorece mucho.

Todos los pecados del mundo se le achacan a las mujeres y son objeto de un celo irracional. Para que nadie más las vea, las visten de tal forma que ni los ojos se les ven; siempre deben de ir acompañadas de otra mujer por la calle, y si va acompañada de un hombre, ésta debe de ir detrás de él.

Esto ha creado conflictos con la jurisprudencia europea o el país occidental en que radica ella. Es muy frecuente que tenga que compartir al marido con otras cuatro o más mujeres que también son sus esposas.

Las muestras públicas de afecto están prohibidas, y en el país de origen del marido por "quítame estas pulgas", son sometidas a duros castigos públicos, incluso la muerte.

Son muy comunes las historias de turistas que han sido violadas o encarceladas en ciudades como Dubai, por considerar que la mujer provocó al hombre, o de romances de lejos, o de las que despiertan en un país musulmán rodeadas de otras esposas. Al darse cuenta de su situación, algunas lograron huir a Occidente después de una persecución por parte de un Estado que protege y colabora con el hombre.

Una es la imagen que dan de familias, como la de la realeza Saudí, y otra, es la realidad en sociedades como la de Afganistán, donde los talibanes ejercen costumbres al extremo.

Dice un viejo refrán: "cada oveja con su pareja", es decir, los enlaces mixtos entre confesiones diferentes no es cosa buena, independientemente de la diferencia de opinión; el peso de las costumbres pesa en las relaciones. No hay musulmán bueno en Occidente, ni cristiana buena en el mundo musulmán.

Antes del amor, pregúntate … ¿en qué cree? ¿cuál es su Dios o sus costumbres?

¡Salem aleikúm!