El bien común en distintos sistemas de gobierno

16.02.2024

Hay muchos conceptos que adquieren distintos significados -algunos incluso contrarios- según la perspectiva filosófica o el contexto en donde aparecen. Tal es el caso del concepto "bien común". Generalmente se le da un sentido económico, y se asocia con el "bien público" o el "bienestar social".

Haremos una distinción de este término en el contexto de tres posiciones filosóficas y económicas distintas: La Doctrina Social de la Iglesia, el socialismo y el capitalismo.

El bien común en la Doctrina social de la Iglesia.

El concepto de bien común se define con la Encíclica de S. S. León XIII, Rerum novarum, aparecida en 1891, donde se define la acción social de la Iglesia, mejor conocida como la Doctrina Social de la Iglesia.

Bajo esta Doctrina, el "bien común" adquiere su máximo potencial y esplendor, pues significa, no solo el bienestar social, entendido como una mejora de la sociedad, sino que adquiere un sentido más profundo, que se inserta en las dimensiones moral y religiosa. El "bien común" tiene su expresión en el bienestar social, en la mejora de las condiciones sociales. Pero sólo será considerado bien común si se ordena al desarrollo de virtudes, al bien y perfeccionamiento de la sociedad. Y no solo eso, sino que estas virtudes están subordinadas a la salvación del hombre, es decir, solo si abonan su fin último, que es el Cielo. En síntesis, implica un bienestar social, orientado a la perfección de la sociedad y subordinado a la salvación de las almas (Caponnetto, 2024).

Y este bien común se alcanza cuando se fortalece a las instituciones naturales que conforman la sociedad, como la familia, los gremios artesanales y profesionales, la escuela, las organizaciones sindicales y aún la misma Iglesia. Éstas son instituciones naturales; han surgido o se han desarrollado con la sociedad misma. No son categorías artificiales, inventadas, como los "millennials" y los "ninis", los fanáticos de un club deportivo, los participantes en un partido político, o el G7, ya a nivel macro.

El concepto de "bien común" está íntimamente relacionado con la caridad, en su sentido cristiano. Partiendo del hecho de que en la sociedad siempre habrá ricos y pobres, patrones y trabajadores, dirigentes y dirigidos, el bien común expresa la caridad de quienes tienen la riqueza o el poder, en el auxilio de los más necesitados, en la búsqueda de mayor justicia social y como un deber del cristiano de ayudar al que lo necesita. No se trata de una simple limosna, en el sentido de "compartir" con otros las migajas que sobran de la mesa; ni menos la ayuda que se da a otros para alcanzar otros fines, entre otros, obtener mayor poder o riqueza. Es amar al prójimo por amor a Dios. Este concepto es muy elevado. Implica amar de verdad al prójimo, y ese amor es parte de un amor mayor, de un amor que salva, pues el amor a Dios jamás queda sin recompensa. Entonces el bienestar económico es apenas un escalón del "bien común".

El concepto de bien común en el socialismo.

El socialismo, en su origen, es ateo. Por lo tanto, el bien común carece de fines que trascienden a esta vida y a este mundo. De igual forma, no incluyen el concepto de caridad, en su sentido cristiano.

El bien común, bajo este modelo, se expresa como el bien del Estado, y, en consecuencia, el bien de la sociedad. Como sistema económico y político, los bienes se centralizan en el Estado, y éste, a su vez, los reparte igualitariamente a los miembros de la sociedad.

El bien común se reduce a su sentido económico y se expresa en el bienestar social, como consecuencia de la fortaleza y "bondad" del Estado.

Parte de una concepción antagónica al liberalismo capitalista, por lo que no todas sus propuestas tienen un sentido positivo, sino también incluye, en su misma definición, el combate a las "injusticias del capitalismo".

El "bien común" en el sistema capitalista.

Como sistema, no hay un concepto de bien común como tal. El capitalismo está sustentado en una base individualista. Por lo mismo, en primera instancia, se busca el bien individual; y el bien común resultaría como una consecuencia de los bienes particulares. Su acepción es fundamentalmente económica.

El efecto inmediato de este individualismo es la polarización de la riqueza. Unos pocos enriquecen a costa de una mayoría abrumadora que empobrece cada vez más. La situación de la asimetría en la acumulación de la riqueza en el mundo actual es la mejor prueba de ello. Un porcentaje cercano a tres cuartas partes de la riqueza en el mundo, están en manos de menos de cien familias.

Podríamos hacer una interpretación del bien común, bajo este sistema, en dos sentidos diferentes. El primero tiene que ver con la mejora de los indicadores económicos de un país; el segundo con el concepto de filantropía.

Respecto a los indicadores económicos, una persona aportaría al bien común en la medida en que su actividad económica ayude a mejorar los indicadores nacionales. Este concepto está relacionado también con algunas doctrinas de origen anglosajón o racista, como la doctrina del "destino manifiesto", que supone que algunos pueblos o gobiernos estarían predestinados a gobernar el mundo. Por lo tanto, el "bien común" estaría supeditado a este fin.

Por otra parte, tenemos la filantropía, que dista mucho del sentido cristiano de la caridad. La filantropía sí implica ayudar a los demás, pero no necesariamente por amor al prójimo (aunque el nombre de filantropía lo implique) y mucho menos por el amor a Dios. Generalmente se hace esta filantropía obedeciendo a motivos económicos y políticos; ya sea para deducir impuestos, o para ganar más poder político con las donaciones. Algunos hasta quieren imponer algunos porcentajes de sus utilidades para dedicarlos a estas actividades, como Bill Gates lo menciona en la última reunión de Foro Económico Mundial (WEF, 2004), donde pone la medida en un o.8% de las utilidades alcanzadas. Además, estas "donaciones" generalmente no se hacen directamente, sino a través de fundaciones que ellos mismos dirigen.

Como podemos apreciar, ni el fortalecimiento del Estado, ni la filantropía de los ricos y poderosos tiene que ver con el concepto cristiano de Bien Común.

Referencias

Caponnetto, A. Febrero de 2004. La familia y su misión educadora. Ciclo de Conferencias "Restaurar la familia Cristiana". Sapientia.

Negocios TV. Enero de 2024. Bill Gates en Davos. Así será el mundo en el futuro. https://www.youtube.com/watch?v=3fRJPLNEiwc&t=1425s