¡ “BEBAMOS… QUE NADIE DUERMA” !
La Ópera... es un drama musical en la cual se canta un diálogo
con pasión.
Las circunstancias actuales de confinamiento han hecho de la vida de los ciudadanos todo un drama que se desarrolla en tantos actos... ¡como les convenga a la Organización Mundial de la Salud!
Han orillado a la humanidad a cantar con vehemencia y nostalgia los buenos días que se vivían antes de la pandemia y se entona, desde el encierro, aquella versión operística de Alejandro Dumas Jr., el dúo más famoso de "La Traviata" compuesta por Giuseppe Verdi, que dice: "Alegrémonos, el amor es rápido y fugaz. Es una flor que nace y muerte y del cual no siempre se puede disfrutar".
El ambiente festivo y despreocupado de "Violeta" se adivina el drama que arrastra esta frágil contertulia. Después de alegrar el momento... nos damos cuenta de la realidad ... y entonces el "Va pensiero" del mismo autor italiano, "Aquel amargo canto, en que se recuerda la patria inspirada en el Antiguo Testamento", con libreto de Temístocles Solera. Este coro del Tercer Acto: "Va, pensiero, sull ali dorate" (Vuela pensamiento en alas doradas), está impregnado de nostalgia por la libertad perdida y añoran en su fantasía el regreso a la normalidad. Las lágrimas brotan sin avergonzar al plañidero y el corazón reboza de infinita tristeza.
En ese estado emocional nos deslizamos a uno más prometedor y esperanzador que es, nada menos que Turandot y es el aria del acto final de esta ópera denominada "Nessun dorma".
"Que nadie duerma" para averiguar el nombre del atrevido pretendiente que ha osado desafiar a la princesa Turandot, y que no es otro que el príncipe Calaf, que ha lanzado el desafío y dice así: "¡Disípate, oh noche! ¡Ocultaos, estrellas! ¡Ocultaos, estrellas! ¡Al amanecer venceré! ¡Venceré! ¡Venceré!
Con estos fragmentos del inmortal Verdi, narramos la realidad que estamos viviendo. Después de la alegría y la sorpresa, viene un estado de tristeza y añoranza para concluir con un canto de triunfo y esperanza.
¡Que la gente despierte para entonar el "¡Venceré!", que es la respuesta a cualquier intento de opresión a la humanidad!