¡ASÍ EDUCARÁN A TU HIJO EN MÉXICO!

Estamos a unas semanas de iniciar un nuevo ciclo escolar y nos preguntamos si los padres de familia saben algo acerca de los Principios que el actual Gobierno, y su "Nueva Escuela Mexicana", van a aplicar y/o continuar en este agosto de 2024.

La Nueva Escuela Mexicana (NEM) nació recientemente al calor de la roja pasión de quienes han hecho alarde de una nueva "transformación" nacional. ¡Y vaya que se han esforzado en cambiar al país!, pero… ¿para su fortaleza moral, unidad y progreso? o ¿para transformar las estructuras políticas, económicas y sociales hacia un nuevo régimen?... Veamos si el panorama educativo actual nos ayuda a responder.

La NEM nació apenas hace unos años, a raíz de la ineficiencia del sistema educativo anterior, dicen, que sólo buscaba preparar a los jóvenes para que, al término de sus estudios, se insertaran óptimamente en el mundo laboral, ideal característico del "colonialismo" (entiéndase, imperialismo). Para evitar esta "tragedia", los nuevos ideólogos de Izquierda (y para colmo, ¡extranjeros!), pretenden educar a nuestro pueblo bajo un nuevo paradigma educativo, dicen, más acorde a la realidad mexicana. Pero, ¿cómo se atreven a calificar de "mexicano" a este proyecto, si afirman, literalmente, que LA NEM SUSCRIBE LOS OBJETIVOS DEL DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS) Y LA AGENDA 2030 DE LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS.

Esta Nueva Escuela Mexicana debe llamarse, a todas luces, GLOBALISTA, porque asume, palabra por palabra, objetivo por objetivo, toda la ideología que los organismos internacionales quieren imponer, por la fuerza y chantajes económicos, a todos los países del mundo. Y aunque ciertamente haya países con más personalidad nacionalista que rechazan estas imposiciones ideológicas inmorales e injustas, hay otros países que por su débil economía o por servilismo político (lacayos de la Masonería), se someten en silencio a la nueva gobernanza o dictadura globalista.

Por más que en los documentos oficiales, la NEM presuma, sofística y demagógicamente, fundarse en la "sagrada" dignidad humana en busca de la trascendencia de los jóvenes, lo que realmente pretende, a través de sus ocho PRINCIPIOS es:

• Identificarse más con las falacias y arbitrariedades de organismos internacionales y sus consignas (diversidad, igualdad, emancipación, laicismo, etc.), que con los valores, tradiciones y creencias (religión) verdaderos y ancestralmente mexicanos.
• Inculcar la "responsabilidad ciudadana" no tanto como actitud cívica sino como ley suprema de la nueva sociedad que enaltecerá lo común, sobre los intereses y aspiraciones personales, en vías del régimen "social" (socialista).
• Promover la "honestidad" (fidelidad, sumisión), más al Estado y a sus políticas degeneradas, que a la recta conciencia.
• Transformar las estructuras políticas, económicas, sociales y religiosas del presente, para construir un Estado totalitario.
• Dividir la unidad de la persona humana, degradándola con el libertinaje sexual (homo y transexualismo) para finalmente destruirla psíquica, moral y espiritualmente, por más que digan que buscan su felicidad y trascendencia.
• "Respetar" (asimilar) más las diversas "culturas", por más costumbres bajas que posean, aunque la más elevada haya sido la Civilización Cristiana Occidental que, por cierto, no la mencionan ni por equivocación.
• Adormecer en los jóvenes su espíritu idealista para que, evitando los conflictos aun en causas justas, promuevan una paz, sinónimo de cobardía, mediocridad y rendición.
• México se sume a los países paleros de la falsaria ideología ambiental, llamada "ecologismo".

En resumen, la NEM buscará hacer de tu hijo (a), una persona: cosmopolita, comunitaria, sometida, revolucionaria, sensual, pluralista, pacifista y ecologista.

Padre de familia: si tu hijo (a) estudia en una escuela pública y te es imposible retirarlo de ahí, EN CASA, ¡EDÚCALO!, para que sea una persona: nacionalista, con espíritu de superación y preocupada por el bien común, líder, emprendedora en causas justas, racionalmente equilibrada, creyente, combatiente contra el mal y respetuosa de la Creación de Dios.