¡ASÍ EDUCARÁN A TU HIJO EN MÉXICO! (IV)

19.08.2024

La Nueva Escuela Mexicana (NEM) pretende, ya no enseñar el "multiculturalismo", de reciente uso, porque hoy resulta insuficiente para ellos, seguramente en vista de la avanzada de la moderna "Reingeniería Social" y de los últimos proyectos mundiales como la "Agenda 2030" (y su revolución social y sexual), proyectos todos del Globalismo.

A través de la apariencia de un lenguaje académico, la NEM proponer sustituir la antigua "multiculturalidad", por el de "interculturalidad crítica" porque, dicen, que analizándolo bien, el concepto de "multiculturalidad" resulta "asimétrico y racista": asimétrico, porque aunque reconoce el valor de las diversas culturas, lo hacía "de manera desigual… en detrimento de otras y otros"; y racista, porque mantenía a "las diferencias desde una distancia asentada en el privilegio de su posición universal".

Por ello, la NEM ahora quiere enseñar a los alumnos la interculturalidad, pero "crítica". Así como lo analizamos en el artículo anterior, el nuevo adjetivo agregado, "crítico", por más que sea un concepto de la Epistemología (Filosofía), lo usan sólo como sinónimo de un nuevo criterio para analizar la realidad: juzgar todo, basándose en la "diversidad", no sólo individual, sino social y cultural.

Veamos los rasgos característicos y los propósitos de la "Interculturalidad Crítica":

-fundamentarse en los grupos indígena y afromexicano.

- respetar todas las culturas e incluir en la NEM, sus saberes, programas, etc.

-ser simétrica para evitar toda clase de discriminación o exclusión.

-enseñar a los alumnos a indignarse ante la violencia, discriminación o exclusión.

-orientar la vida del alumno hacia la comunidad, porque sólo así, tiene sentido la vida.

-concientizar a los alumnos de que el hombre, su medio ambiente y la naturaleza, son un sujeto colectivo, y por lo tanto, una unidad orgánica independiente.

En pocas palabras, la NEM quiere educar a los niños y jóvenes así:

  • A integrar en su educación, los saberes y costumbres de indígenas y afrodescendientes; aunque, en conjunto, los indígenas constituyen 9.4 % de la población mexicana, y los afromexicanos, menos de 2 %.
  • A incluir elementos de las diversas culturas en su cotidianidad, respetando a cada quien en su diversidad (racial, social, sexual, moral, religiosa, etc.).
  • A dialogar con otras y otros para aceptar sus costumbres (por ajenas que sean a nuestra idiosincrasia).
  • A construir una nueva ética cuyos principios se funden en esta interculturalidad, llamada arbitrariamente "crítica".

Sobre lo dicho hasta aquí, podemos decir que nadie está de contra de conocer otras culturas, pero no indiscriminadamente. Cada nación tiene el derecho de aceptar de otras, todo aquello que enaltece sus valores y de rechazar lo que disminuye o ataca sus propios valores e idiosincrasia: religión, moral, lengua, recursos, buenas costumbres, etc.

Si por respetar el "valor" -muy relativo, por cierto-, de la "interculturalidad", va a ser ocasión de pervertir a nuestros niños y jóvenes con la ideología de género; de ideologizarlos con un globalismo socialista en detrimento del patriotismo; y de arrancar la fe cristiana de la inmensa mayoría del pueblo mexicano para paganizarlo con idolatrías indígenas y afroamericanas, entonces, padres y educadores, debemos rechazar este Eje Articulador de la NEM.