¡Arrepiéntete y cree en el Evangelio!
¡Arrepiéntete y cree en el Evangelio!
En el ritual romano de la Iglesia Católica vienen las palabras que se dicen el miércoles de ceniza al imponerte la cruz en la frente con las cenizas de palmas benditas del Domingo de Ramos del año anterior.
¡Arrepiéntete y cree en el Evangelio!, es un imperativo para todo católico que cumpla las disposiciones de la Iglesia en tiempo de Cuaresma.
¿Qué quiere decir "Arrepiéntete y cree en el Evangelio"? ... Es un exhorto de la Santa Madre Iglesia para que el pecador, abandone para siempre el pecado y se vuelque en la palabra del Señor, a sabiendas que la Sagrada Escritura a la luz del Magisterio de la Iglesia es la verdad que debe regir nuestra vida (doctrina) para asegurarnos llegar al Cielo.
Las verdades contenidas en la Palabra de Dios deben ser nuestra guía en el largo o corto camino de la vida. Tenemos que reconocer que esta vida es pasajera, es una prueba de nuestra obediencia a Dios dentro del camino que recorremos en absoluta libertad.
¿Cómo vivir la Cuaresma?
La Cuaresma ... este tiempo de preparación para vivir los Misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, son fundamentales para vivir como cristianos. Meditemos en la Pasión ... en lo que Cristo sufrió para la salvación de todos los pecadores que quieren aprovechar los frutos de la Redención.
Debemos reconocer nuestra debilidad y que cada momento estamos expuestos a la tentación del demonio para hacernos caer en el pecado y condenarnos. Es necesario tormar en serio las recomendaciones de la Santa Iglesia fundada por Nuestro Señor y tomarlas como dichas por Él.
Una de estas recomendaciones es el Ayuno, que antes se obligaba durante los 40 días de la Cuaresma, ahora obliga el miércoles de ceniza, los viernes de cada semana durante la Cuaresma, el Jueves y Viernes Santo ... y obliga a todo católico entre 18 y 59 años, está fundamentada en los 40 días que Jesús Nuestro Señor pasó en el desierto antes de abrazar su vida pública.
¿En qué consiste este Ayuno?; En privarnos de toda carne de mamíferos y aves, privarnos de palabras innecesarias, de quejas o de pronunciar malas palabras, y comer un solo plato al día.
Nuestro Señor, no comió, ni bebió durante la primera cuaresma y fue expuesto a las tentaciones ... Ayunemos con el espíritu de acompañar a nuestro Redentor para enfrentar "nuestra pasión" (retos y crucecitas que da la vida) y sin quejas, nos sometamos a los designios de Dios.
El Ayuno, además, comprende privarnos de la murmuración, de la crítica a nuestros hermanos, de algo de aquello que más nos satisface, (por ejemplo: el uso de la tecnología o simplemente de comer o beber lo que más nos gusta.
La segunda recomendación de la Iglesia es la Oración ... de ese diálogo íntimo con Dios que tiene lugar, en el lugar más profundo del corazón, para que éste se abra a la Gracia y la acción del Espíritu Santo.
Debes hallar el gusto a la Oración, hacer de ella un hábito; aunque sea difícil poner atención y profundizar en el significado de "elevar el alma a Dios".
Lo mejor es tener una base para la Oración y puede ser la lectura en voz alta del Evangelio concerniente a la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo; después cierra tus ojos y medita esta palabra para ver que te dice "la Palabra" en esta intimidad, para luego pasar a una adoración del sentido de la Palabra, para terminar con la contemplación de la misma.
Si este método se te hace difícil, puedes recurrir inicialmente al rezo del Santo Rosario y poner énfasis en la meditación de los Misterios. Esta práctica tiene la virtud de alejar el mal y las tentaciones; porque si hay algo que odie más el diablo ... es el nombre de la Virgen María. Además, rezar el Santo Rosario te edifica y santifica.
Por último, la Iglesia recomienda la limosna ... es un recurso que obra contra la avaricia y estimula la Caridad,
La Caridad es una maravilla para adquirir el pasaporte al Cielo, no es una forma económica y vulgar de comprar el Cielo, sino un acto de amor hacia los demás, por amor a Dios
Además de ayudar económicamente al necesitado, también puede ser la Caridad un contacto con los otros donde se dan palabras de amor, de apoyo, de consuelo, en plena libertad. Trata de que estos actos sean ocultos; no presumas de dar limosna, da con la mano derecha, pero sin que se de cuenta la mano izquierda.
Y para concluir, completemos estos consejos con la otra fórmula del Ritual Romano: "Recuerda hombre que polvo eres y en polvo te convertirás".
SAPIENTIA LDI
EDITORIAL