BRUTAL EMBESTIDA FEMINISTA

BRUTAL EMBESTIDA FEMINISTA

Este 25 de noviembre, en las principales ciudades del país se llevó a cabo la marcha feminista convocada globalmente.

Aquí en México marcharon con el #NomeCuidanmeViolan, consigna promovida por el movimiento mundial que reivindica la justicia económica para las mujeres.

En la Cd. de México la marcha que se anunció pacífica, terminó en forma violenta por la participación de docenas de encapuchadas, armadas con martillos, gases pimienta y pistolas eléctricas. Este grupúsculo de violentas mujeres arrasó todo por su paso, pintarrajearon monumentos históricos y fachadas, rompieron aparadores, estaciones del metrobus y muchos hombres resultaron pintados y rociados con diamantina.

Hicieron una gran fogata en el Zócalo y las 1,500 policías mujeres que designaron para que las "contuvieran" con la irrisoria "valla de la paz", fueron el blanco de su fino lenguaje de batalla: "¡Estas puercas no nos representan!".

Lo más curioso es que la titular de Derechos Humanos en la Cd. de México, justificó la actitud vandálica. Otros medios de comunicación hablan de "la furia contenida porque las están matando", y tal parece que los hombres somos los culpables de todas sus desventuras económicas, sociales, sexuales y morales. Los gritos desquiciados dentro de la marcha adoptaron todas las consignas de la ideología de género: a favor del aborto, contra la Iglesia represiva, contra el patriarcado, contra el machismo, que "los hombres nos odian", que "yo decido con quien", contra el feminicidio, etc., etc. y mil consignas más. Con todo esto demuestran el objetivo claro que se ha elaborado en el Foro de Sao Paulo. Estas ignorantes mujeres que marcharon, no se han dado cuenta que son marionetas que bailan y marchan al son del Foro, del Grupo Puebla, de la Escuela de Frankfurt y finalmente, para la plutocracia de los Rothschild y George Soros, quienes han diseñado estos reclamos para llevar el caos a las grandes ciudades del mundo, estremecerlas y hacer caer los gobiernos legalmente constituidos e implantar el Nuevo Orden Mundial, donde no haya fronteras ni identidad entre las naciones y donde las personas, bienes y servicios se intercambien sin ningún tipo de fronteras, impuestos o aranceles.

No importa si los gobiernos son de izquierda o de derecha; el fin es crear el caos, la inseguridad y el colapso de las economías.

Por parte del gobierno de la Cd. de México, sólo se han limitado a contener y dejar hacer; el gobierno federal no reprueba sino que alienta, haciéndole el caldo gordo a estas ideologías.

Por su parte, en las marchas se hace patente el odio feroz hacia la Iglesia Católica que representa el orden moral y el depósito de la fe. Parte de la juventud está fanatizada por tanto lavado de cerebro que han llevado a cabo en las escuelas, preparatorias y universidades públicas de Hispanoamérica, haciendo de estas ciudadanas un arma mortal contra el orden establecido, inspirándoles consignas del trotskismo y su "revolución permanente". Es éste el que ha insuflado a la izquierda socialista bolivariana de inspiración masónica.

La llegada a la Casa Blanca por parte de Donald Trump ha frenado un poco las cosas pero el grupo de Soros y el Partido Demócrata se le ha ido a la yugular con el fantasma del "impeachment". La guerra de los globalistas contra los nacionalistas está a todo lo que da. No hay duda que esta batalla la ganará Trump, que es garante de las libertades en contra del caos desatado por los globalistas de izquierdas y de derechas.

En nuestro caso, es muy sospechoso el silencio oficial de la Iglesia Católica para condenar estas brutales embestidas en nuestro México. Ni siquiera se han pronunciado a favor de proteger los templos o lugares de culto. Tal parece que temen algo o la excesiva prudencia está dando mucho qué decir.

Así las cosas, la seguridad de catedrales y templos han quedado en manos de la sociedad civil y sólo se oye un lejano reclamo por parte del ex vocero de la Arquidiócesis de la Cd. de México, Hugo Valdemar.

Creo que como católicos y mexicanos tenemos el deber moral y espiritual de defender el patrimonio religioso, cultural y artístico que representan nuestros templos en contra de esta horda de vándalos feministas y pro-abortistas que lo único que van a cosechar va a ser la indiferencia de los varones que, al ver semejante impostura de las feministas, opten por no tomarlas en cuenta como mujeres, esposas y madres de familia.

Estas mujeres con los pechos al aire y pintarrajeadas, gritando como poseídas, son el más acabado "mata pasiones" que se ha producido desde la primera marcha de la Federación de Mujeres de Quebec que marcharon durante diez días hace ya 25 años.

SAPIENTIA LID
EDITORIAL