DON HERNÁN CORTÉS DE MONROY Y PIZARRO ALTAMIRANO

DON HERNÁN CORTÉS DE MONROY Y PIZARRO ALTAMIRANO

Es quizá el personaje más polémico de la Historia mexicana... alabado por unos como el personaje más influyente de la mexicanidad, forjador del mestizaje de nuestra raza, Conquistador de México Tenochtitlan y, en cierta manera, Padre de la Patria; denostado por otros, sobre todo por el actual régimen, es el enemigo histórico a vencer por representar el "viejo régimen del Orden Romano en el continente", que junto a su primo lejano, don Francisco Pizarro, fueron conquistadores ambos de los dos imperios más grandes de la América precolombina. Estos dos hombres cambiaron la historia para siempre y deben ser considerados héroes de América, ya que sus acciones nos dieron el perfil sociocultural que ahora poseemos.

Este par sin igual, forjaron a punta de inteligencia y la espada el devenir histórico de América.

1521 es, sin duda, un hito ya que la incursión de Cortés en México fue decisiva para nuestra historia. Van a cumplirse 500 años de la heroica gesta de la Conquista del Valle del Anáhuac. ¿Por qué se dieron las cosas así? ¿Por qué la ambición personal y una profunda convicción religiosa fueron el motor de la Conquista?...

Cortés fue un instrumento de Dios pues le permitió ser el Conquistador en nombre de los Reyes de España, para atraer a "estas gentes tan bárbaras a la fe cristiana". Los que vemos la Mano de Dios en el devenir histórico, nos damos cuenta que Cortés fue un brazo de la Providencia.

México -lo que era en 1521- era un feroz imperio que mantenía sojuzgados a los pueblos tributarios a base de la fuerza de los amos y de su convicción cosmológica de mantener el orden del universo a través de la sangre de los sacrificios para satisfacer a su deidad solar, Huitzilopochtli por medio de las "guerras floridas".

Cortés venía al continente para hacer trueque con los pueblos originarios, tras el oro que según su imaginación era tan abundante como en Cíbola. Pero al invitarse a sí mismo para hacer un "recorrido turístico" en la Gran Tenochtitlan y mostrarle muy orgulloso Moctezuma Xocoyotzin a Cortés los sacrificios humanos en honor del caudillo español -ya que originalmente lo consideraba un dios-, y servirle un banquete con restos humanos para festejarlo... Cortés, horrorizado, rechazó aquél caníbal festín y se conformó con otros platos... luego fue a visitar el lugar de los sacrificios y mandó contar las cabezas engarzadas como ábaco en el Txonpantli del Templo Mayor, que resultaría ser más de 130,000 cráneos en tan horripilante instrumento de muerte. Después entró Cortés con "destreza en la plática de la religión, tocando entre las demás noticias que le daba de su nación, los ritos y costumbres de los cristianos, para que le hicieran disonancia los vicios y abominaciones de su idolatría".

Esta experiencia de los horrores de los sacrificios convenció a Hernán Cortés de tomar cartas en el asunto y decretó en su interior la conquista de la ciudad sede del imperio más grande de México: Tenochtitlan. Éstas fueron sus razones que cambiarían la historia y que ahora, por estas mismas razones, hablamos español, somos católicos y mestizos.

Contra esta visión sobrenatural de los hechos históricos, el régimen actual se prepara para "desmitificar" la historia y los personajes que intervinieron en esta gesta histórica de la Conquista.

Así que preparémonos para enfrentar una andanada de calumnias, falsedades, incomprensión y dolo sobre nuestra historia. Los que reniegan de nuestras raíces para manipular los acontecimientos no merecen ser oídos porque su corazón está obscurecido por el odio, el rencor y los mandatos de los obscuros designios de las logias.

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL